Innovación

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03 Oct 2021

Busca que tu empresa así como sus productos y servicios se encuentren en constante cambio, busca mejorar la experiencia de cada stakeholder, rétate a ser mejor a cada momento.

La velocidad con que se va generando nueva información hoy en día hace que los productos deban ser mejorados con mucha velocidad para evitar la obsolescencia. Por supuesto hay productos cuyas fórmulas les permiten mantenerse por muchos años en el mercado como podría ser la Coca Cola, pero aun en estos productos lo que va cambiando son las presentaciones, las opciones y la forma de distribución.

La competencia hoy en día no se da exclusivamente a nivel local,  hay productos y servicios que compiten con el nuestro que vienen de diferentes lugares del mundo. Cada empresa se enfoca en algo en lo particular, rapidez, funcionalidad, precio, calidad, etc. Por ello debes buscar generar el producto o servicio que logre ocupar un  espacio competitivo en el mercado y que sea un buen negocio para los accionistas.

Lo que hoy es novedad mañana está obsoleto. Desde el momento en que estas lanzando un nuevo producto o servicio debes estar pensando en sus mejoras.

Desde el momento en que un nuevo servicio o producto sale al mercado, hay que empezar a buscar las alternativas de mejora o sustitución que tenemos a la mano. Hay que adelantarnos a la competencia, no conformarnos con lo que se ha logrado hasta el momento ya que todo es mejorable y estar en una constante lucha interna para lograr la innovación. Si uno esta cuestionando en lo interno lo que pueden estar encontrando los competidores es más fácil ir adaptando nuestra oferta y mantener una ventaja competitiva.

Cuando innovamos constantemente en la empresa, empezamos a crear un ecosistema de cambio en la organización, todo el equipo esta pensando en como poder mejorar las cosas que se hacen de manera cotidiana. La innovación no debe ser un fin sino una actitud, el que un cliente te muestre tus fallas debe generar las ganas de cambiar lo que sucede y no de buscar pretextos. Incluso aquello que no cuestionen los clientes pero que sabemos que puede mejorar, debemos cuestionarlo internamente y cambiarlo.

Cuestionar lo que tenemos hará que veamos desde un punto de vista crítico  nuestro producto o servicio, no es cómodo estar en esa posición pero si es donde podemos mantenernos creciendo y haciendo las cosas mejor. Siempre será mejor descubrir por nosotros mismos lo que debemos cambiar a que la competencia nos de una patada en el orgullo atacando las fallas que no logramos descubrir y modificar

En la medida que  innovemos, que cambiemos la forma cómo se hacen las cosas, que cuestionemos la manera como se ha venido haciendo tradicionalmente y busquemos nuevas soluciones, podremos mantenernos compitiendo.