Revisando lo que dejamos de hacer. |
130 Vistas
|
08
Dic
2014
|
La retroalimentación ayuda a encontrar fallas que podemos no habernos dado cuenta que las tuvimos y si lo vemos positivamente impulsarnos a nuevas alturas.
Estar ocupado es fácil hoy en día, hay toneladas de información a nuestra disposición que nos pueden mantener atentos durante largas horas pero sin que esta información nos este ayudando a generar valor en nuestro trabajo, no planificar bien una agenda de visitas a clientes nos puede dar como resultado horas inútiles en el auto, reuniones intrascendentes con personas que no nos ayudan a incrementar nuestra meta de ventas, juntas de trabajo interminables donde no hay un agenda ni un seguimiento a lo que ahí se vio es también una pérdida de tiempo, el punto al que quiero llegar es que uno puede tener mucho que hacer pero poca productividad y eso atenta contra nuestros resultados.
En el mundo de los negocios y diría que particularmente en ventas los números mandan cuando se trata de medir los resultados. Uno puede haber trabajado incansablemente, haber visitado a todos los prospectos que se tuvieron en el año, haber visitado a clientes actuales, haber hecho networking para conseguir nuevos clientes potenciales, pero si no llegamos a la meta de ventas, si nos quedamos cortos contra nuestras propias expectativas y nuestros ingresos se estancaron o disminuyeron, el esfuerzo llevado a cabo fue infructuoso ya que no se logró la productividad esperada.
No se trata de trabajar mucho, se trata de ser eficientes y lograr que nuestros resultados se vean en los números que entregamos a nuestra empresa.
En muchas ocasiones es difícil lograr hacer un análisis objetivo de como estamos actuando día con día, si bien es cierto que la única persona a la que no le puedes mentir es a ti mismo, también es cierto que una visión externa nos puede ayudar con un punto de vista neutral sobre cómo ven nuestro diario actuar. Si estas dispuesto a escuchar a terceros hablándote sobre tu desempeño, tienes que estar preparado para escuchar cosas que puede ser que no te gusten o no estés de acuerdo con todas ellas, para que el ejercicio funcione necesitas que quien te de la retroalimentación sea muy honesto contigo, para crecer no necesitas que te digan lo maravilloso que eres y lo bien que haces las cosas, lo que requieres es que te ubiquen en aquello que no haces bien y en aquello que podrías hacer mejor.
Previo a pedir la retroalimentación analiza tus números, donde está tu falla: en preservar clientes actuales, en venta cruzada, en prospectación, en nuevos clientes, en la media de ventas, en la mezcla de productos, en fin hay muchas razones por las cuales pudiste no haber tenido los números esperados o bien áreas donde puedes hacer más a pesar de que tus números sean positivos en lo general. Este análisis te puede ayudar también a determinar con quien te acercas a recibir retroalimentación, si hay un área específica donde no lograste tus metas y hay compañeros o amigos que son exitosos en esas áreas a ellos es a quien debes acudir para que te orienten, te analicen y te impulsen a conseguir sacar adelante esa área y ser un mejor vendedor más completo y capacitado.
El solicitar apoyo conlleva un compromiso, no se vale que te acerques a alguien, le pidas su apoyo el cual te lo darán de manera desinteresada y con la finalidad de apoyarte y que tu hagas caso omiso, no cambies nada y las cosas sigan igual, si bien tu compromiso más importante es contigo mismo, al inmiscuir a terceros para recibir apoyo debes de comentarles los logros y avances que vas teniendo, si alguien acepta ser tu mentor lo hace sin esperar nada a cambio, su mejor pago es verte triunfar en esa área donde no andabas bien y siguiendo sus consejos.
Analiza tus áreas de oportunidad, mejora en las aquellas labores que pueden hacer de ti un mejor vendedor y triunfa.