Para lograrlo hay que creerlo

Tienes la capacidad de hacer cosas muy importantes, pero en muchas ocasiones tu peor enemigo eres tú mismo al desconfiar en tu capacidad para lograr las metas que te propones.

La confianza  es algo con lo que nacemos de forma natural, un bebe que empieza a experimentar el mundo es capaz de hacer cosas increíbles para su edad como empezar a hablar, dar sus primeros pasos, tener independencia de sus padres, pero conforme van pasando los años la confianza innata que teníamos de pequeños se va perdiendo. Ese momento en que metimos la pata y no logramos el objetivo que nos habíamos propuesto nos va marcando y hace que en muchas ocasiones dejemos de intentar retos que podríamos superar fácilmente por jugarla a la segura y no querer caer en ridículo.

Pero hay momentos en que las cosas se ponen muy complicadas, donde las posibilidades de lograr algo son escasas, pero tenemos la seguridad de que lo vamos a lograr. Nos mentalizamos para hacer que las cosas se den y a pesar de la adversidad que veíamos en un principio logramos nuestro objetivo. Por supuesto esa confianza nos acompaña por un tiempo pero si no volvemos a ese estado mental donde somos capaces de hacer lo que nos propongamos, volveremos a caer en la mentalidad fatalista de que no vamos a lograr algo y dejamos de intentarlo.

La intención que pongas en cada reto que se te presente te va a predisponer a lograrlo o fallar. Siempre ve con la cara en alto, seguro de lograrlo y estarás festejando constantemente.

Desde que somos pequeños en la escuela nos enseñan que fallar es malo, si vas a hacer un examen de 10 preguntas y contestas solo 5 bien vas a reprobar, pero las principales lecciones que recibes en la vida es de los errores que cometes. Los inventos más grandes que se han logrado en la historia son precedidos de un sin número de errores que van haciendo que se vaya calibrando en función a las soluciones previas hasta que se obtiene el resultado esperado, el error es parte importante del conocimiento pero en muchas organizaciones errar es motivo de despido y por eso jugamos a la segura, nos arriesgamos poco y logramos objetivos mediocres. Para romperla hay que arriesgarse, eso no se logra jugando a la segura.

Pero tu predisposición a lograr un resultado, la confianza en tu equipo y en los líderes es fundamental para que los resultados se den. Debe haber una camaradería, confianza y respeto entre los miembros de un equipo para que conforme vayan avanzando acepten los retos que se presenten, resuelvan los errores en conjunto y tengan la certeza de que van a lograr su objetivo.

Cada día hay nuevos retos que enfrentar, el ingreso que percibas va a ir directamente relacionado a tu capacidad para resolver problemas y responsabilizarte de tareas que hay en tu organización. La confianza en ti mismo, en tu capacidad para formar equipos de trabajo ganadores, en entender la problemática existente y organizar la estrategia para vencer los retos, te van a ir abriendo espacios para mostrar tu capacidad y salir adelante, lo cual te va a dar mayor confianza y vas a entrar en una espiral virtuosa, confía en ti, en tus capacidades y logra lo que te propongas, eres capaz de eso y más.

Recuperar la confianza en tu capacidad para obtener resultados extraordinarios te va a marcar positivamente.