Dime con quién andas y te diré quién eres.

Hay mensajes silenciosos que mandamos, uno muy poderoso es la gente de la que elegimos rodearnos.

Recuerdo cuando era joven, tuve la suerte de contar con unos padres que estaban cerca de  mi hermana y de mí y  al tanto de las cosas que hacíamos, los resultados que obteníamos en la escuela,  los lugares que frecuentábamos y los amigos con los que nos juntábamos. En esa época, por supuesto, no todos los amigos que tenía le gustaban a mis papás, la encargada  de hacernos entrar en razón era mi mamá y muchos de sus argumentos con respecto a nosotros y nuestros amigos y conocidos eran las personas de las que nos rodeábamos, las madres siempre piensan que tienen un sexto sentido y si consideran que alguien no te conviene cerca de ti hacen lo imposible por alejarlo. La realidad es que  los seres humanos solemos sacar conclusiones con respecto a las personas con quienes interactuamos y su entorno es sin lugar a dudas una de las cosas en las que  solemos fijarnos para llegar a esas conclusiones.

Las relaciones que vamos creando durante nuestra vida nos van a ir marcando en  muchos aspectos, los amigos son la familia que nosotros elegimos, cuando estamos en la primaria o la secundaria consideramos que nuestros amigos son lo mejor del mundo y que vamos a estar con ellos toda la vida, le realidad es que conforme se va forjando el carácter y los gustos, es decir nos enamoramos, nos apasionamos con una profesión, nos vamos abriendo camino en el mundo laboral el foco cambia  y muy pocos de esos primeros amigos perduran. Pero en la juventud y en el siguiente par de décadas vamos a ir creando nuestras relaciones más duraderas.

Rodearte de personas capaces e inteligentes te ayuda a tener a alguien a quien pedir consejo y aprender de su ejemplo.

Hay relaciones que son meramente de trabajo, nuestros compañeros de trabajo, nuestros clientes, nuestros proveedores. Dentro de este mundo habrá personas que sobresalgan ya sea por su capacidad para hacer buenos negocios, por su paciencia para resolver problemas, por su inteligencia para entender las señales que hay en las noticias y eventos que están sucediendo, etc.

Busca rodearte de personas que te puedan impulsar a lograr lo que te estas proponiendo, si lo que buscar es subir de puesto en tu empresa checa tu relación con el jefe de tu jefe, tu relación con la alta dirección de la empresa. Si lo que buscas es moverte a otra empresa en la misma industria ve tu relación con clientes o proveedores que atienden o compran de la empresa a la que quieres pertenecer. Si lo que buscas es independizarte busca entre tus clientes, proveedores y  excompañeros de trabajo aquellos que tengan negocios exitosos que ellos mismos hayan iniciado.

El verdadero  secreto de las relaciones es que es una carretera de 2 sentidos, si leemos solo el párrafo anterior pareciera que tú vas a usar a tus amigos o conocidos para lograr una meta. Pero para establecer relaciones duraderas y de mutua confianza, debes buscar la manera en que tú puedas serle útil a tu red de contactos. Que estés dispuesto a apoyar a las personas que conoces a lograr sus objetivos, que cuando te relaciones con estas personas escuches lo que buscan y los apoyes a encontrarlo si tienes la manera de hacerlo.

Cuando platiques con  alguien que apenas conoces, inevitablemente  empezarán a surgir nombres de personas a quienes conocen, ahí es donde  ser conocido de personas intachables, buenos mentores, exitosos y bien posicionados en su industria hablara bien de ti. Ya que este tipo de personas buscan relacionarse con gente similar a ellos. Dedica tiempo a ensanchar tus relaciones, aprovecha tu posición para ayudar al máximo número de personas que puedas y crea una red de contactos poderosa.

Las redes de contacto funcionan por apoyo mutuo, ayuda a tus contactos y ellos harán lo mismo por ti.