Asume tu responsabilidad

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29 May 2014

Cuando sabes que tu estas a cargo de lo que sucede en tu vida, dejas de buscar culpables y eres responsable de todo lo que te sucede.

Asumir la responsabilidad de las cosas que suceden es más difícil de lo que parece, hagamos un ejercicio que consista en escuchar a detalle a las personas que nos rodean y lo que dicen cuando algo malo sucede. No será extraño que escuches cosas como “se cayo” “ se rompió” “no entiendo cómo sucedió” en el mejor de los casos podemos escuchar pretextos “es la primera vez que esto sucede” “fue un lapsus” “todo parecía bajo control” El hecho es que podría apostar que rara vez escucharas “lo tiré” “lo rompí” y cosas similares. El punto es que siempre estamos buscando como no enfrentar la realidad y buscar culpables fuera de nosotros y lo único que logramos es engañarnos ya que no asumimos la responsabilidad de lo que pasó y lo peor es que seguramente volverá a pasar hasta en tanto logremos aceptar que somos responsables, en ese preciso instante las cosas empiezan a cambiar.

responsabilidad

Aceptar que uno falló se nos hace complicado porque el mundo esta diseñado para ser seres perfectos que no fallamos, en la escuela si tienes 10 preguntas y fallas una vez solo accedes a un 9 pero si fallas en 5 ya reprobaste, no nos enseñan a que se puede fallar, revisar que pasó y corregir para que no vuelva a suceder, como reza el refrán echando a perder se aprende, pero no somos educados para fallar, de hecho fallar no se premia, se castiga y por ello hay que buscar que el fallo sea de un tercero y no de uno y eso se nota en como hablamos y como actuamos.

 Fallar no es sinónimo de fracaso, significa que estas intentando cosas nuevas y practicando para lograr dominar nuevas tareas.

Si quieres un cambio importante en tu vida se muy cuidadoso con tu lenguaje y aprende a hacerte responsable de las cosas, no busques hacer más pequeño el error con adjetivos, di simplemente: se me cayó, en lugar de: es que me distraje y se me cayó, así en lo personal, con tu pareja, en lo familiar, en el trabajo y en cada rol que te toca jugar, asume tu responsabilidad y vas a ver como las cosas cada vez van mejor y como estas cuidando lo que dices y cómo lo dices.

Una vez que te has ejercitado en el arte de ser responsable aprende a responsabilizarte por terceros, si estas en un puesto de liderazgo en tu empresa y algo falla y el fallo viene de alguien de tu equipo, es tu responsabilidad y la debes asumir. Cuando los miembros de tu equipo se dan cuenta que si algo sale mal te responsabilizas del fracaso del equipo en lugar de culpar en solitario a una persona empiezan a tener confianza y a hacer cada vez más cosas, reconocen tu liderazgo y no quieren volver a fallar porque quedan todos mal, es increíble el cambio que se logra cuando el equipo sabe que ganan o pierden juntos. Ya en privado hay que hacer notar a quien haya fallado en que falló, qué debe hacer diferente para que no vuelva a suceder y reiterarle que tu le otorgaste tu confianza para llevar a cabo ese trabajo y que sigue contando con esa confianza y que estas seguro que no volverá a suceder lo mismo nuevamente, con ello gratificas a tu equipo, los vuelves responsables y generas confianza.

Finalmente sé el mentor de otros cuando no están asumiendo su responsabilidad, no de manera ruda o irónica, sino con respeto muéstrales como están eludiendo su responsabilidad, explícales las consecuencias de no ser responsables y finalmente ayúdales a admitir que todos fallamos, nadie es perfecto y fallar es natural para evolucionar, pero no habrá evolución si no hay responsabilidad. Esto puede que no te genere amigos, ya que las personas que no están dispuestas a asumir su responsabilidad no estarán de acuerdo con lo que les dices y probablemente se molestarán contigo, pero aquellos que entienden que lo que comentas es con la mejor intención te van a agradecer el gesto y seguramente en un futuro harán lo mismo con alguna otra persona. Hay que aceptar que si las cosas no salen como uno esperaba es nuestra responsabilidad así de fácil.

 Si las cosas salen bien o salen mal es tu responsabilidad, conforme aceptas lo que no te favorece obtienes la paternidad de tu triunfos.