Concéntrate en el presente.

Solemos añorar el pasado y sentir angustia por el futuro, pero el único momento en el que debemos de aplicarnos y hacer lo mejor que podamos es “este momento” ahora.

Todos tenemos un cúmulo de energía diaria para sacar adelante los proyectos que consideramos valen la pena,  en muchas ocasiones aplicamos de manera errónea nuestra energía y la vamos dilapidando en cosas que no son sustantivas y nos vamos poco a poco quedando sin energía para llevar a cabo las acciones que realmente son importantes,  uno puede ir por la vida identificando las personas, empresas, acciones que nos quitan la energía y podemos  evitarlos de manera que  estemos rodeados de aquello que nos apoya a lograr nuestros objetivos.

El pasado es un lastre que  no nos permite vivir plenamente el presente. En el pasado hemos tenido cosas muy buenas y probablemente algunas malas o muy malas. Eso que nos ha pasado nos ha ido moldeando, si sufrimos una fuerte depresión amorosa es probable que  seamos cautos en  cuestiones del amor, si fuimos estafados seguramente revisaremos a detalle los contratos que firmamos, si nos han asaltado es probable que seamos menos confiados, más cuidadosos y hayamos cambiado algunos hábitos. Sin embargo si dejamos que el pasado nos paralice en el presente o solo estemos pensando en lo que nos pasó y que nos podría volver a pasar nos desgastamos todo el día y no tiene fundamento lo que estamos pensando.

Llena tu mente de  cosas positivas que te permitan tener un impulso durante todo el día para sacar adelante tus proyectos.

Lo mismo pasa cuando sigues pensando en todo lo bueno que te ha pasado y vives anhelando los buenos tiempos que ya no son. Esas cuenta enorme que manejaste y que  te dio una gran comisión, reconocimiento de tus jefes y colegas, la oportunidad de  tener la confianza de buscar otras cuentas grandes, pero que ahora ya no la tienes y  que el hecho de pensar que la tuviste y la desgracia de haberla perdido no te permiten enfocarte en ir y buscar otra igual o más grande.  Debes escribir tus metas, establecer los pasos que vas a seguir para lograrlas y enfocarte en llevarlo a cabo.

El futuro  siempre nos preocupa,  ¿Qué pasa si me enfermo? ¿Qué pasa si no cierro esa cuenta en la que estoy trabajando? ¿Qué pasa si pierdo mi trabajo? Entre muchas otras tragedias que no han sucedido, seguramente no  sucederán, pero que las hemos vivido plenamente en nuestra mente, nos preocupan y nos quitan energía que debiéramos ocupar  en el presente. El futuro lo estamos construyendo en este momento con base en nuestro accionar. Si estamos dedicados y concentrados en lo que tenemos que hacer, las cosas van a salir bien no tiene ningún caso  estar pensando en que nos va a deparar el futuro sino en construirlo con bases firmes el día de hoy.

Parece sencillo estar concentrado en el presente, pero a nuestra mente le gusta llenarse de ideas y pensamientos, hay que tratar de estar conscientes de esos pensamientos que constantemente nos están llegando para no distraernos en ellos. Es increíble como empezamos a pensar en algo que nos llama la atención y nuestra cabeza termina haciendo grandes historias alrededor de ellos.

Enfócate en el presente, dejar ir el pasado y trabaja para que el futuro llegue de la mejor manera.