Enamórate de tu trabajo

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24 Feb 2019

El amor por lo que haces va creciendo paulatinamente conforme aprendes más sobre tu producto o servicio, generas más historias de éxito con tus clientes y sabes que estás contribuyendo al bienestar de tus clientes y tu propia compañía.

Hay algunas personas que creen en el amor a primera vista, por supuesto hay grandes historias sobre este tipo de amor. Pero en la mayoría de los casos algo nos llama de otra persona poderosamente la atención que nos hace fijarnos en ella. Puede ser su belleza, su personalidad, su sentido del humor, sus ideas, entre muchas otras cosas. Pero la realidad es que el enamoramiento se va dando poco a poco conforme uno ve a la persona de manera holística, con todos los rasgos que la forman. Hay gente que nos pudo haber encantado de entrada pero que al conocerla más a fondo no es afín a nosotros y por otro lado puede haber alguna persona que al irla conociendo nos vamos dando cuenta que es la persona con la que deseamos pasar el rato.

Desde mi muy personal punto de vista, lo mismo sucede con el trabajo. Cuando estamos estudiando hay lugares para trabajar que nos parecen que pudieran ser sumamente divertidos, como pudiera ser una cadena de comida rápida, un parque de diversiones, ser asistente de producción en una televisora, trabajar en cierto restaurante o antro entre muchos otros trabajos. La realidad es que cuando conocemos a detalle el trabajo pocas personas deciden hacer una carrera profesional en alguno de estos sitios. Por otro lado puede ser que una tienda, una fábrica o un banco no suenen nada divertidos para trabajar ahí, pero estos lugares pudieran ser ideales para tener una carrera a largo plazo.

La filosofía que se tenga en el lugar donde trabajas y que las personas que ahí laboren actúen en congruencia con esa filosofía es una gran fortaleza.

Cuando estés buscando empleo te recomiendo que leas la filosofía de la empresa a la que vas a acudir a buscar ser contratado. La filosofía debe ser fácil de encontrar en su página de internet, si la misión, visión y valores de la empresa no concuerdan con tu filosofía personal, creo que no vale la pena buscar un trabajo ahí. Cuando llegues a la entrevista busca si la filosofía de la empresa la tienen expuesta de manera que todos los que lleguen la puedan ver. Si no es así es muy probable que esa empresa no viva su filosofía al máximo. Por último ve si en tu proceso de llegada a la empresa, la bienvenida que te dan, la espera para que te atiendan y las personas que te atienden están actuando de conformidad con la filosofía de la empresa, si no es así, la tienen escrita, la tienen en un lugar visible, pero no la están viviendo.

Si la filosofía de la empresa te cautiva y su gente la vive, busca la manera de entrar a esa empresa. Por supuesto siempre acuérdate de que es raro el amor a primera vista. Cuando ya estés en la empresa acuérdate que así como no hay persona perfecta, no hay empresa perfecta, pero si los pros que encuentres superan por mucho los contras estás en el lugar indicado.

Por supuesto en tu trabajo vas a realizar procesos o tareas que te van a encantar y otros que no te van a gustar. Permítete vivir cada proceso, aquellos que no te gusten analízalos, puede ser que simplemente esa labor particular que es necesaria no te guste o bien puede ser que tu disgusto se deba a que el proceso puede ser mejorable, de ser así propón las mejoras al proceso que consideres convenientes. Siempre se recibe mejor una falla con una posible solución que una simple queja.

Al paso el tiempo es probable que vayas teniendo más y más gusto por tu trabajo, que sientas que lo que haces contribuye a que la empresa sea mejor, que entiendas que tu labor en la misma marca una diferencia. Ese amor a tu empresa y a tu trabajo lo van a notar tus clientes, cuando estás orgullo de lo que haces y para quien lo haces, permite que des lo mejor de ti.

Es poco probable que en tu relación laboral haya un amor a primera vista, pero si al paso del tiempo no logras estar emocionado por ir a trabajar, por los resultados que obtienes y por lo que aportas a la compañía y tus clientes puede ser que te encuentres en una relación tóxica con tu empresa. Cuando amas lo que haces todos los días vas con gusto a hacer eso que tanto te gusta, a entregar lo mejor de ti en un equipo de trabajo que  depende de cada uno de sus miembros y entregan grandes resultados.

Cuando te gusta lo que haces la energía con que trabajas envuelve positivamente a quienes te rodean.