Atrévete a rechazar clientes.

Hay clientes que la relación con ellos es un eterno conflicto, tu tienes derecho a decidir a quien atender, atrévete a dar de baja a quienes no te convengan.

No hay nada mejor que poder hacer las cosas con gusto, estar feliz desarrollando la labor a la cual decidimos dedicarnos. Un buen estado de ánimo ayuda a que las cosas fluyan de la mejor manera, si bien hay ciertos clientes con los que tenemos más empatía, en general uno puede tratar a todo tipo de gente y de esa manera ir formando una cartera de clientes. Sin embargo nunca falta un cliente con el que simplemente es imposible convivir, todo lo ve mal, se la pasa hablando mal de lo que hacemos, no es objetivo en función al servicio que se le esta ofreciendo y cada vez que interactuamos es un conflicto.

Cuando las cosas están fluyendo de manera correcta, tenemos muy poco desgaste energético, ya que no requerimos de una concentración especial, sin embargo cuando entramos en conflicto, nuestro cuerpo se pone en alerta, nuestro desgaste energético es muy grande y la consecuencia del conflicto es que no podemos concentrarnos como debiéramos en otras cosas.

Por supuesto los problemas y los conflictos en el trabajo son comunes, la manera como los tratamos y enfrentamos habla mucho de nosotros, yo mantengo que el nivel de nuestro ingreso es directamente proporcional a los problemas que resolvemos, pero si hay un cliente en lo particular con quien las cosas nunca fluyen, donde incluso se ha perdido el respeto o la distancia profesional que debe existir y debido a que las exigencias que plantea no se pueden llevar a cabo ya que no son lógicas estamos ante un eterno conflicto, el mismo nos quita toda la energía que requerimos para atender el resto de nuestra cartera de clientes y por lo tanto nos está costando dinero.

Empecinarte en atender a un cliente que es muy conflictivo te está costando dinero, llénate de valor y dalo de baja.

Si tienes algún cliente con el que nunca quedas bien, no le gusta que tu lo atiendas y te esta quitando energía, deja de atenderlo. Dependiendo del tipo de empresa en la que trabajes, el cliente puede ser atendido por otro vendedor de la misma empresa o incluso si el cliente es un conflicto para la organización pueden tomar la decisión de no venderle más.

Suena ilógico que te recomiende perder voluntariamente un cliente cuando siempre hablo de como competir y ganar nuevas cuentas, sin embargo tu tienes derecho a elegir a quien atender, hay que tener dignidad y establecer parámetros de que puede uno soportar de un cliente, pero si se cruza la línea se vale decir ya basta, decido no atender más a este cliente.

A veces dejar ir un cliente es lo mejor que te puede llegar a pasar, mucha suerte.