Cuando te habla tu mente.

Generamos miles de pensamientos cada día, pero no estamos conscientes de los mismos, dominar tu mente es controlar tu destino.

Desde que nos despertamos estamos todo el tiempo pensando, conversando con nosotros, decidiendo, juzgando, criticando, el hecho es que si no tomamos consciencia de lo que está pasando por nuestras cabezas, tenemos una maraña de pensamientos que van definiendo mucho de lo que pasa en nuestro día. Por ejemplo si vas en el auto manejando hacia tu trabajo puedes ir escuchando las noticias, haciendo juicios sobre  lo que escuchas que dicen, mirando a tu alrededor y  juzgando a las personas, teniendo sensaciones con respecto a cómo manejan los que están a nuestro alrededor entre muchas otras cosas. El punto es que en lugar de estar concentrado en manejar tu mente te tiene enfrascado en una serie de pensamientos, la mayoría de ellos  no serán positivos y encima te distraen y esto se repite en muchos aspectos de nuestra vida.

Cuando uno está pisando terreno desconocido es cuando más atención ponemos en lo que estamos haciendo, por ejemplo si estas tomando clases de manejo pones mucha atención en lo que estás haciendo pero no dejan de  llegar los pensamientos, la mayoría sobre lo que estamos haciendo mal, por ejemplo: Ya frené demasiado rápido, no aceleré despacio, di horrible la vuelta, no sirvo para esto, etc. Nuestra mente en muchas ocasiones nos está  llenando de mensajes negativos que nos quitan seguridad sobre lo que estamos haciendo y nos ponemos más nerviosos en lugar de estar seguros de lo que estamos haciendo.

La mayor parte del tiempo las cosas terminan siendo menos graves de lo que lo vimos en nuestra mente, pero sufrimos mucho por ello.

Conforme te vayas haciendo consciente de lo que estás pensando vas a ir transformando tu vida y cambiando los resultados que obtienes. Si vas a visitar a un nuevo cliente y camino a la cita vas pensando, tal vez no traigo todo lo que necesito, este cliente puede no ser el adecuado, el cliente a lo mejor no está a pesar de que confirmamos la cita, etc. Lo que debes intentar hacer es darte cuenta de que por tu mente están pasando cosas que no son reales, que no hay un fundamento para que todo lo que piensas puedas pasar y una primera estrategia es enfocarte. Darte cuenta de que estás haciendo y concentrarte en lo que haces, si vas manejando concéntrate en manejar, si estas subiendo unas escaleras concéntrate en las escaleras, si estas esperando para  que te reciban, concéntrate en  lo que está pasando a tu alrededor, lee los mensajes que hay en la oficina, son modernos o conservadores, el código de vestimenta del lugar, el tipo de  separación de espacio, etc. De esa manera estás viviendo el aquí y el ahora y no estás en el pasado ni en el futuro, estás presente.

Una estrategia un poco más avanzada pero que te va a dar mejores resultados es lograr cambiar el pensamiento negativo por pensamiento positivo. Cuando pienses no soy capaz de llevar a cabo este trabajo, debes cambiar el pensamiento y pensar tengo este trabajo porque hago a la perfección mis labores y doy excelentes resultados. Aprender a escuchar tu pensamiento e ir cambiándolo a voluntad para que te estés mandando los mensajes que  te van a servir para llegar fortalecido a cumplir los retos que tengas en el día te van a dar seguridad y te ayudará a estar  siempre positivo con respecto a lo que tengas que hacer.

Hay momentos de tensión o cansancio en donde mantener el pensamiento positivo es mucho más complicado porque el cuerpo ha estado sujeto a un nivel de estrés mayor al normal, por ejemplo cuando estas en una junta que ha durado mucho tiempo, cuando estás haciendo un examen muy largo, cuando llevas practicando un deporte por muchas horas sin parar. Ahí es mucho más difícil lograr controlar la mente ya que el mismo  cansancio dicta las señales de que ya debiera uno parar. Lograr dominar tu mente en esos momentos hará que el esfuerzo haya valido la pena, es el momento en que más fortaleza mental debes mostrar y dejar de lado los pensamientos negativos para enfocarte en la meta que te tiene en esa prueba.

La mente puede ser tu aliada o tu enemiga, controla tus pensamientos, inyecta ideas positivas y triunfa.