La vida sigue y el tiempo corre.

Cada día que tenemos la oportunidad de vivir hay que vivirlo con intensidad y sacar el máximo provecho.

Los últimos 2 meses en México y otras partes del mundo han sido muy complicados, la naturaleza nos ha tratado con rudeza, hemos sufrido pérdidas materiales y lo peor pérdidas humanas. En la Ciudad de México en donde vivo si bien las muestras de hermandad y solidaridad nos han dejado ver un lado muy positivo de lo que somos como sociedad, la realidad es que en el ambiente hay tristeza e incertidumbre, también hay miedo y esos ingredientes lo único que logran es que las cosas no fluyan como normalmente suceden.

Los que hemos tenido la fortuna de no salir afectados con pérdidas materiales o humanas, estamos intentando volver a la normalidad, pero no es tan fácil. Muchos niños siguen sin tener clases, hay muchos daños y por lo mismo muchas calles cerradas, nos vamos enterando de algún conocido o compañero de trabajo que tiene algún tipo de afectación y todo esto no nos permite recobrar la normalidad.

Una de las mejores maneras de ayudar a nuestros semejantes es hacer con amor y a conciencia lo que nos corresponde.

Muchas personas han ayudado en la medida de sus posibilidades a los damnificados, ya sea apoyándolos directamente en sus propiedades removiendo escombros o alimentando a los brigadistas, otros aportan donando bienes mientras otros muchos los reciben, los marcan los clasifican y los distribuyen. Otros han donado dinero con diferentes fines, el punto es que en las zonas afectadas muchas personas y me podría atrever a decir que la mayoría ha hecho un esfuerzo por ayudar de alguna manera ante la magnitud de la tragedia.

Pero hay muchas otras maneras de apoyar que si logramos hacerlas un hábito estaremos transformándonos en una mejor sociedad y por ende construyendo un mejor País. Podemos empezar teniendo buen ánimo, siendo pacientes y tolerantes con todos quienes te rodean, que si alguien tiene prisa lo dejes pasar, regalando una sonrisa a cada persona con la que te cruces, saludando y deseando buenos días. Empieza por transformar a tu familia muéstrales el amor que les tienes, exterioriza tus sentimientos, hazles saber lo que piensas y con base en ello genera confianza, no dejes pasar un solo día sin hacerles saber lo importante que son en tu vida, ya vimos como en un momento la vida se puede transformar.

Otro entorno en donde puedes hacer un gran cambio es en donde trabajas, da lo mejor de ti en tu horario laboral, trabaja con entusiasmo apoya a tus compañeros de trabajo, permítete la oportunidad de pedir apoyo a tus compañeros cuando lo necesites, preocúpate por ellos y su entorno, conoce la historia que hay detrás de cada colaborador, qué los mueve, con qué sueñan, quienes conforman su familia. Conoce a detalle las metas que tiene tu área para que junto con tu equipo se encarguen de lograrlas, conoce, entiende y vive la misión visión y valores de la compañía en la que trabajas y si no comulgas con su filosofía cambia de trabajo. Siéntete orgulloso de la empresa en la que trabajas, del liderazgo de quienes la dirigen y trabaja con ahínco para que tu empresa florezca.

Transfórmate en una mejor persona, dedica tiempo a hacer las cosas que tanto amas, si te gusta escuchar música date el tiempo de hacerlo, si tu pasión es leer devora libros, si siempre has querido tocar un instrumento musical empieza ahora. Crece, date tiempo de seguir aprendiendo, desarrolla nuevas habilidades y crea una mejor versión de ti mismo.

Permite que este momento tan difícil que tuviste la oportunidad de vivir te haga ver lo frágil que es la vida y como la misma se puede acabar en un segundo, pero también que cada día que tienes la oportunidad de vivir es un milagro, que tienes una responsabilidad contigo, con tu familia, con la sociedad y con tu empresa al haber tenido la fortuna de sobrevivir la tragedia y con base en ello vive a plenitud, no te conformes con la mediocridad, exígete y goza, goza cada instante mientras lata tu corazón. Si cada uno de nosotros vivimos así nos transformaremos.

Tienes la suerte de estar vivo, crece como persona, sé feliz, permea tu felicidad a quienes te rodean y lucha por ser mejor.