Ver por los otros.

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28 Ene 2018

Una manera de crecer es estar consciente de las personas que te rodean, conforme vas mejorando tu posición económica apoya a quienes no tienen tanta suerte.

Vivimos en una sociedad donde poco o nada nos percatamos de lo que sucede a nuestro alrededor, hay personas que están sufriendo que piden dinero o algún otro tipo de apoyo y simplemente seguimos nuestro camino sin darnos cuenta de que ellos están ahí, poco a poco hemos perdido la sensibilidad y son tantas las personas que tienen necesidad que sería imposible apoyarlos a todos y hacer una diferencia en el mundo.

Cuando yo era pequeño mi padre solía decir que arreglar el mundo era mucho más fácil de lo que parecía. El conceptualizaba que en el mundo la mitad de las personas tenían algo de más, un poquito que les sobraba y que la otra mitad tenía algo que le faltaba, por lo tanto si la mitad que algo tenía apoyaba a uno de la mitad donde faltaba algo el mundo sería diferente. Sé que es una visión simplista, pero es una buena manera de explicar a un niño que con que te hagas cargo de otra persona estás haciendo la diferencia y no te abrumes por intentar apoyar a todas las personas que algo requieren en el mismo momento porque entonces uno se queda paralizado.

No necesitamos apoyar a millones de personas, solo se requiere apoyar a una persona a la vez y eso puede hacer la diferencia.

La semana que está terminando tuve 2 grandes muestras de cómo las personas pueden hacer la diferencia en la vida de quienes los rodean.  Hay un restaurante que está a la vuelta de mi oficina donde suelo ir por lo menos una vez a la semana, conozco a los meseros y al encargado pero casi nunca me toca que esté la dueña. Llego a comer ya tarde y veo que hay una mesa al fondo ocupada por una señora que después me entero que es la dueña. Cuando estaba comiendo entra un joven con mazapanes a venderlos. La señora le dice que no puede vender los mazapanes en el restaurante pero que si lo que quiere es un trabajo estable, ella con mucho gusto lo contrata, le enseña y le da seguridad social. Todo este intercambio no dura ni 3 minutos. El muchacho agradece, se da la media vuelta y se va.  La señora en ese momento estuvo dispuesta a hacer la diferencia en ese muchacho para que pudiera vivir mejor, él decidió, por lo menos en ese momento, no aprovechar la oportunidad pero el buen gesto de la dueña del restaurante a mí en lo personal me dejo gratamente impresionado.

Unos días antes estaba viendo los partidos de final de conferencia de fútbol americano y presentaron a los finalistas del premio Walter Peyton que se da a los jugadores que ven por su comunidad, ahí  comentaron del caso del jugador de los Texanos de Houston J.J. Watt que logró juntar millones de dólares en beneficio de los afectados por un huracán que golpeó a Houston en el 2017. Este jugador se dio tiempo de ir a varios programas de radio y televisión y aprovecho todos los medios a su alcance para juntar recursos para los damnificados. Inicialmente puso una meta que si se lograba el duplicaría el monto que los aficionados pusieran, pero la recaudación fue mucho más grande de lo esperado y este jugador se convirtió en un fenómeno por la forma de ver por su comunidad.

Estos ejemplos nos muestran que desde nuestra trinchera podemos cambiarle la vida a las personas que nos rodean, hay muchas manera de apoyar a otros y no todas conllevan dinero, en ocasiones el sonreír a un extraño le cambia el día. Una persona que dedica tiempo a enseñar a sus semejantes que por alguna circunstancia no pudieran estudiar les están cambiando la vida, acompañar a niños y ancianos que viven en algún albergue es tocar la vida de estas personas.

Si has logrado ir generando éxitos en tu trabajo como vendedor, no te limites a seguir pensando solo en ti y en tu familia, extiende tus brazos y ve cuanta gente puede caber ahí, puedes aportar recursos a fundaciones, puedes ser mentor de otros vendedores, puedes dedicar tiempo a obras de beneficio social, puedes hacer muchas cosas que te permitan ver por tu comunidad y hacer la diferencia.

Para hacer la diferencia no hay que cambiar el mundo, si logras tocar la vida de una persona positivamente estás haciendo un gran trabajo.