Previniendo los fracasos.

11 Vistas
29 Ago 2016

Siempre existe la posibilidad de que las cosas no salgan de la mejor manera, pero muchas veces uno propicia el fracaso, evítalo.

Soy un convencido de que los fracasos siempre dejan una lección, es imposible que alguien que haya intentado cosas nuevas no  tuviera en algún momento un fracaso, desafortunadamente vivimos en un mundo en el que hay poca resistencia al fracaso, si te va mal en un examen puede ser suficiente para que repruebes la materia, si cometes algún error importante en tu trabajo existe la posibilidad de que te corran.

Fracaso

Cambiar las cosas, requiere experimentación y por ende de fracasos temporales para llegar a  algo nuevo. Por ejemplo  un atleta que quiera intentar una nueva acrobacia en gimnasia deberá imaginar en su mente como debe ser esa nueva pirueta, posteriormente ir practicando la misma, no va a salir a la primera, seguirá intentando  e incluso existe la posibilidad de que esa pirueta no sea humanamente posible realizarla, pero en el momento en que lo logré hacer, es probable que  ese esfuerzo, esos fracasos temporales lo lleven a lo más alto de su carrera. Lo mismo sucede con otros aspectos de la vida, crear una máquina que sea más eficiente ,requiere de mucha dedicación por parte del desarrollador y podría no lograrlo, pero si logra lo que se propone tiene un producto innovador que le puede dar una utilidad importante a su empresa.

Los fracasos temporales, funcionan como peldaños en la escalera del éxito, para un gran logro, hay que intentar de manera consistente.

Pero hay fracasos que los ocasionamos nosotros mismos.  Siguiendo el ejemplo del atleta, se imagina un día antes de la competencia una  nueva pirueta , no  ha tenido tiempo de practicarla pero considera que si le sale, será el campeón del mundo y decide llevar a cabo la prueba incluyendo la nueva pirueta, el resultado seguramente es que va a fracasar, porque para lograr llevar a cabo un nuevo ejercicio se requieren muchas horas de planeación y ejecución hasta que  se tiene perfectamente ensayado y aun así no tenemos el éxito asegurado, algo puede fallar.

En ventas esto llega a pasar, puedes haber logrado conseguir que un prospecto importante te de una cita para que le hagas una presentación, es una gran oportunidad ya que puedes llegar a cerrar un gran negocio. Lo que deberías de hacer es investigar a detalle a la empresa que vas a ver, analizar los beneficios que tu producto o servicio le van a brindar, hacer una presentación personalizada diseñada para exaltar esos beneficios, haber pedido información para saber si la persona que te va a recibir es quien toma la decisión de compras, si es un cliente muy grande preguntar al área de producción si es posible en ese momento sumar a un cliente grande y cumplir con sus expectativas de entrega si se logra el cierre.

Si haces todo lo anterior, estás preparado para cerrar la venta, aun así puede ser que fracases y no logres cerrar el negocio. Pero si  te apoyaron a conseguir la cita, no te preparas, no tienes claro a qué se dedica el cliente potencial, le llevas la misma presentación que haces para todos los clientes, no sabes si llegaran  a solicitar un pedido grande si tu compañía podría surtir a tiempo, etc. El fracaso está garantizado

Hay muchas personas que nunca tienen la culpa de nada, siempre logran encontrar un culpable para las cosas que les suceden, esas personas no crecen, ya que  dejan su éxito o fracaso en manos de terceros. Pero si tu asumes tu responsabilidad, si cuando algo no sale como debiera te pones a analizar qué hiciste mal, qué podrías haber mejorado y con ello cerrar la venta, si eres un juez justo ante tu actuar y logras encontrar áreas de mejora, serás un mejor vendedor día con día.

El único responsable tu éxito o tu fracaso eres tú. No cedas a terceros el poder de ser muy exitoso, responsabilízate y actúa en consecuencia.