El adiós al mundial y la lección que nos deja.

El día de ayer los mexicanos soñamos que ahora si era nuestro momento y lo fue, hasta que nos eliminaron.

El fútbol sin lugar a dudas es el deporte más popular del mundo y en México es el deporte nacional, la mayoría de los mexicanos tenemos a nuestro equipo de la liga a quienes les vamos en las buenas y en las malas. Estamos al pendiente no solo de lo que hace nuestro equipo también de lo que hacen los acérrimos rivales, esos con los que jugamos clásicos cada temporada y a quienes nos da gusto verlos mal, pero no tan mal para que sigan en primera división y sigamos viendo esos duelos. Cada mexicano es entrenador, queremos decidir el parado del equipo los movimientos que haríamos, regañamos en el estadio o la tele a los jugadores cuando no hacen lo que sería la jugada obvia para nosotros, en fin en México no vemos el fútbol, vivimos el juego y por ello las alegrías y las derrotas las sentimos profundamente.

Este mundial del 2014 fue una de las eliminatorias más sufridas por las que hayamos pasado, en los hechos hubo un momento en que estábamos eliminados y Panamá jugaría el repechaje y acabamos dependiendo de la fortaleza de Estados Unidos que nunca se rindió a pesar de estar clasificados y nos permitieron jugar un repechaje. En estos momentos hubo 4 técnicos nacionales que estuvieron al frente de la selección y probablemente eso es lo peor que puede pasar, podríamos compararlo a lo que le sucedió a Apple cuando le dio entrada de nuevo a Steve Jobs tras cambiar varios directores generales y no lograr que la empresa creciera, se requiere el líder indicado para que todo el equipo acepte el liderazgo, funcione como una unidad y empiece a revertir los resultados.

 Un buen liderazgo logrará que cada elemento del equipo haga el trabajo que se le indique y con ello, superar las metas que se hayan impuesto.

El primer cambio importante que pude ver en esta participación del mundial, es que México jugó cada partido al tu por tu, no se sentía menos no tenía miedo de atacar y enfrentar a los jugadores contrarios, esto es muy importante en las ventas. En muchas ocasiones si la compañía a la que representamos no es del mismo tamaño que la compañía que estamos enfrentando por un contrato importante podemos sentirnos inferiores, pero si tenemos claro que podemos cumplir cabalmente con los requerimientos del cliente, debemos enfocarnos más en nuestras ventajas como compañía e incluso podemos vender nuestro tamaño como la posibilidad de que sean la cuenta estrella de la compañía y no una cuenta más de una empresa más grande.

Previo al mundial el equipo mexicano estaba dividido, por un lado estaban los jugadores que actualmente militan en un equipo europeo y por el otro los jugadores que juegan en México, esta división lo único que lograba era que el equipo estuviera partido en dos, con la llegada del “Piojo Herrera” logro conjuntar a ambos grupos y tener un solo equipo sólido, en el que todos pertenecían al mismo grupo y de esa manera enfrentaban como unidad a sus adversarios. Esta es otra lección importante para los que nos dedicamos a ventas. En muchas empresas el área de ventas la ven como el área consentida, el área donde se puede llegar a tener un mejor ingreso a diferencia de otros puestos donde se trabaja mucho y se gana todo el tiempo lo mismo, el área que puede poner presión si se logra un contrato importante a las otras áreas como producción, finanzas, etc. Si en nuestra empresa estamos divididos requerimos un líder que conjunte a la empresa y logre que todos la vean como unidad, donde haya métricas de desempeño para cada puesto o área que les permita a todos los empleados de la empresa acceder a bonos por productividad, donde el éxito de un área sea el éxito de toda la empresa.

Finalmente vimos un equipo que gozaba al máximo sus triunfos y sufrió su derrota. En muchas empresas, los éxitos se ven como la razón de ser de la empresa y no se premia o festeja el logro obtenido, sin embargo sí se castiga la pérdida de una cuenta. Esta es otra importante lección, hay que festejar los triunfos, hacer que cada miembro del equipo se sienta orgulloso del éxito que se logró y hacerles ver a cada área que su esfuerzo ha redituado en tener una nueva cuenta. Por el otro lado cuando se pierde una cuenta importante, todo el equipo debe estar unido también, entender que algo no estuvo bien en el accionar de la empresa que da como resultado esta derrota, pero en los negocios con empeño y ahínco, día con día podemos ir en la búsqueda de nuevas cuentas.

 Los deportes y la vida empresarial tiene mucho en común, conjunta a tu equipo, establece metas claras y triunfa.