Lecciones de un maratón. Parte 1

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03 Sep 2017

Lo que en un inicio parece imposible, si le dedicas el tiempo suficiente, entrenas correctamente y decides hacerlo, lo lograrás.

Hace 2 años y medio empecé a correr con la meta de poder terminar un medio maratón, varios amigos míos ya corrían y mi esposa había empezado un par de meses antes. Yo solía ejercitarme en la elíptica y  correr no me llamaba mucho la atención, las pocas caminadoras que había en el club siempre estaban ocupadas y la pista externa se me hacía muy larga y empinada para correrla. En principio me pude dar cuenta que la supuesta buena condición física que suponía que tenía no aparecía cuando se trataba de correr, pero conforme avanzaba en kilometraje, me empezaba a apasionar con este deporte. Hay que darle tiempo a las cosas, para saber si realmente te gustan.

Mi primera meta que era correr un medio maratón constaba de 6 meses para lograrlo. Había que pasar de no ser corredor a correr 21 km. En el club tenemos un entrenador que nos enviaba los domingos el trabajo de la semana, los fines de semana salíamos a hacer los kilometrajes más largos juntos. Así se fue conjuntando un equipo que teníamos el mismo objetivo. Cuando tienes metas que son similares a las de otras personas lo ideal es tener un coach, guía, líder o como quieras llamarlo y adicionalmente intentar que todos los que quieren cumplir la misma meta vayan conjuntando un equipo, ya que unos a otros nos apoyamos para no claudicar a la mitad del objetivo.

Conforme vas invirtiendo tiempo en lograr un objetivo será más difícil que decidas dejarlo de lado, mantente motivado y cumple tu meta.

Esa primera temporada logré correr 2 medios maratones y arranqué un entrenamiento para el siguiente año en Diciembre con la finalidad de correr el primer medio maratón del año en Marzo. Para esta segunda temporada  ya tenía un nuevo entrenamiento que me ayudaba a poder combinar deportes, ya que entre mis objetivos ese año estaba hacer un triatlón en equipo con mi hija que es nadadora. Esa temporada la pasé sin lesiones, logré realizar 2 medios maratones, un duatlón y un triatlón olímpico en relevos. Conforme ganamos experiencia sabremos que nos funciona y que nos perjudica. Si planificamos con tiempo podemos lograr varias metas simultáneas, teniendo la suficiente disciplina para lograrlo.

En ese momento me sentía muy fuerte, con mucha energía y en la mejor forma física de mi vida. El triatlón lo hice en Estados Unidos y aprovechamos en familia el viaje para tomar una vacación de 10 días. Regresando a México estaba  por correrse el maratón de la Ciudad de México,  un amigo lo correría y lo acompañe a algunos de los entrenamientos largos, pero sin hacer grandes distancias. La realidad es que mientras él se preparaba a consciencia para correr su maratón, yo lo acompañaba los fines de semana, pero sin tener la carga de kilómetros necesarios para una prueba de esa magnitud. Para él contar con un compañero de entrenamiento con quien platicar le resultaba cómodo ya que no le gusta correr solo. Así  corrimos algunas semanas. Apoyar a otros a cumplir sus metas va generando un lazo que ayuda a que crezca la amistad, ya que impulsamos a nuestro amigo a lograr los objetivos que se propone.

Una semana y media antes del maratón la persona con la que correría mi amigo se lesionó y cometí el error de decidir que yo podía acompañarlo. Ya llevaba varios medios maratones corridos, me sentía en buena condición y ya lo había apoyado en algunas carreras largas. Conseguí un número para participar y ahí estábamos en la salida de aquel monstruo de 42 kilómetros. Los primeros 21 kilómetros pasaron con facilidad, era algo que ya  había logrado varias veces y en esta ocasión llevaba un paso tranquilo ya que correríamos el doble de la distancia. Tras cruzar el kilómetro 21 para mi empezaron los problemas, no encontramos agua en un punto de hidratación y pensamos que eso podría pasar en otros puestos de hidratación por lo que compramos nuestra hidratación, yo empecé a sentir mucho cansancio  y decidí empezar a caminar, lo único que estaba haciendo era afectar a mi amigo ya que no quería dejarme solo, hasta que en el kilómetro 33 me dieron calambres en la planta del pie y ya no podía caminar más. Tuve que abandonar la carrera, afortunadamente mi amigo recobró el paso y cruzo la meta, en mucho más tiempo que el que hubiera realizado por sí mismo. Uno debe prepararse a conciencia para una prueba y si no está correctamente preparado no debe intentarlo ya que se corre el riesgo de lesionarse. La mejor manera de apoyar a un amigo es impulsándolo a lograr sus metas.

Hay pruebas que requieren meses de preparación y hay que respetar el proceso si quieres llegar a la meta.