Nunca te des por vencido.

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06 Feb 2017

En ocasiones parece que no hay oportunidad de ganar y uno se da por vencido, mientras quede la mínima oportunidad, no desistas.

El deporte nos da grandes lecciones, esta semana el Super Bowl LI nos mostró que las estadísticas pasadas no sirven de nada cuando se tiene la voluntad de ganar, se cuenta con la confianza de cada jugador involucrado en el juego, los entrenadores han hecho su tarea desarrollando un plan de juego que tenga jugadas para todos los escenarios posibles y el reloj de juego no llegue a cero. Que por más complicado que parezca poder darle la vuelta a un marcador, mientras se tenga la voluntad de luchar y competir se puede ganar.

Los grandes jugadores no son mucho mejores que el resto de los jugadores que jueguen su posición y con quienes compiten semana a semana. El hecho de llegar a ser un jugador profesional en cualquier deporte conlleva toda una vida dedicada a practicar ese deporte, una serie de sacrificios que se deben realizar para poder mantenerse competitivo y a gran nivel para poder continuar jugando; Pero el mejor en su categoría tiene ese liderazgo que es capaz de contagiarle al resto de sus compañeros de manera que puedan confiar en lo que están haciendo por complicado que se vea el panorama. Los más grandes cuando la presión está al máximo es cuando juegan más concentrados, cuando realizan las mejores jugadas y están conscientes que llega un momento que para poder lograr el triunfo no hay  lugar para el mínimo error y levantan la mano para hacerlo, para cargar con la responsabilidad y sacar el triunfo.

Los grandes líderes son aquellos que en los momentos más complicados se concentran y dan confianza a su equipo de que saldrán adelante.

Hay muchas lecciones que obtener del Súper Tazón, una de ellas es que si cometes un error grave, debes de superarlo y hacer lo que este en tus manos para dejarlo atrás y concentrarte en ganar. A Tom Brady le interceptan un pase y el jugador de la defensa que lo toma lo lleva hasta la zona de anotación, con lo que suman 7 puntos más de diferencia en el marcador. En primer lugar Brady corre tras el jugador y hace todo lo que está en sus manos para taclearlo sin logarlo. Cuando se cometen graves errores que le cuestan a la organización muchas veces se corre a la persona que cometió el error y no dan la oportunidad de que se recupere de su error. Cuando se cometa un error grave hay que hablar con los superiores decirles que lo más fácil es poner la renuncia en la mesa pero esa no mostraría que se aprende de los errores, lo mejor es  quedarse en la organización trabajar incansablemente y darle la vuelta al error, generar mayores ingresos que  la pérdida que se  dio por el error.

Una segunda lección importante es jugar a ganar, sin importar lo difícil que esté el panorama. En el tercer cuarto hubo una seria que terminó en anotación por parte de los Patriotas, pero para ello se la jugaron en cuarta oportunidad con la bola a medio campo, con el riesgo de que si perdían la bola estuvieran dando puntos en charola de plata a los Halcones, pero confiaron en su ejecución y lo hicieron. En esa misma serie en un tercero y largo los receptores estaban cubiertos y Brady decidió correr el balón y buscar el primero y diez, lo cual logró. No es un jugador que se sienta cómodo corriendo, pero cuando no hay mañana hay que arriesgar para ganar. Incluso tras esa anotación hubo una patada corta que no pudo recuperar Nueva Inglaterra, pero la defensa se creció para no permitir puntos a la ofensiva de Atlanta. En estas 3 jugadas había una posibilidad de fallar, pero era la única manera de regresar al juego y tener oportunidad de ganar el partido. No jugaron a la segura, a no perder por paliza, jugaron a darle la vuelta al partido y al final lo lograron. En los negocios es igual, cuando parece que no se logró la venta, que se pierde participación de mercado ante un competidor, que algún cliente grande nos da la espalda, hay que confiar en nuestro producto o servicio y en nuestros colaboradores. Tomar decisiones arriesgadas pero que nos pueden dar la oportunidad de mantener y acrecentar nuestra participación. Jugar a ganar, no ha mantenernos en la medianía donde no están las grandes empresas.

Una tercera lección es la preparación y la ejecución. Los jugadores han estado durante muchos meses reunidos entrenando y jugando, los entrenadores han analizado las fortalezas y debilidades de cada jugador y planean las jugadas que van a mandar con base en la plantilla con la que cuentan. Cuando hay poco tiempo y no hay margen de error se debe buscar explotar el talento de los jugadores con base en las jugadas que se prepararon, así es como lograron darle la vuelta al juego, sabían que existía la posibilidad de que las cosas salieran mal y tuvieran que enfrentar lo que enfrentaron, pero estaban preparados para ello. Muchas veces las empresas planifican como si todo fuera a suceder de la mejor manera, pero  siempre puede haber imponderables, por ello planificar  con diferentes escenarios permitirá que la empresa tenga previsto que decisiones hay que tomar en caso de que las cosas no salgan tan bien como lo habían planificado en principio. Si se planea a detalle, será muy fácil tomar las mejores decisiones y concentrarse en ejecutar de la mejor manera lo que se planificó con antelación y no en ese momento ponerse a buscar soluciones con el tiempo encima.

Planifica con antelación, ejecuta a la perfección, analiza las fortalezas de tu producto o servicio así como de tus colaboradores y  juega a ganar.