Comprometido con la excelencia.

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09 Feb 2015

Muchas personas llevan a cabo sus labores cotidianas igual cada día, son pocos los que se esfuerzan por hacer cada vez mejor lo que tienen a su cargo.

La rutina puede ser mortal para las aspiraciones de las personas, entramos a un nuevo trabajo y estamos llenos de entusiasmo por lo que llegamos temprano al trabajo, todo lo que hacemos es nuevo para nosotros, poco a poco vamos aprendiendo la mejor manera de llevar a cabo nuestras labores cotidianas y al paso del tiempo estamos inmersos en la rutina, ya no hay esa chispa que nos hacía ir al trabajo con ganas de aprender, los problemas que eran retos interesantes para nosotros ahora son molestas situaciones que debemos resolver y el jefe que nos impulsó al inicio de la relación laboral a ser mejores empleados día con día, ahora es un patán al que todo lo que hacemos le parece incorrecto.

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La chispa por trascender en el trabajo debe provenir de uno mismo, el conformismo es la firma que se muestra en el trabajo de la mayoría de las personas, pero tu debes firmar lo que haces con excelencia, buscar que tu trabajo sea inmaculado, bien presentado, revisado, realizado con cuidado y detalle que denote por si mismo que no es un trabajo rutinario, sino que detrás del trabajo hay una dedicación especial y si cada vez que entregas algo viene con esas características las personas que lo reciben claramente podrán entender que no es casualidad la excelencia en lo que presentas sino un hábito por salir del montón y no pasar desapercibido.

 Muchas personas critican a quienes llegan a los puestos de poder, buscando encontrar la razón de esa suerte, pocos entienden que es un lugar ganado a pulso a base de dedicación.

Muchos trabajadores tratan de evitar el conflicto siendo trabajadores normales, del montón. Las personas que se distinguen no pasan desapercibidos y por ello causan envidias en otros trabajadores que se sienten menos afortunados. Muchas personas consideran que sacar la chamba y llegar a tiempo es suficiente para mantenerse en una empresa y crecer, pero los líderes de las organizaciones han llegado a esos niveles por distinguirse del resto y son capaces de descubrir a otras personas que tienen la misma chispa e impulso. Por ello debes buscar diferenciarte del resto en cada cosa que hagas y eso se notará.

No debes limitar tu esfuerzo a lo que hagas en tu empresa, cuando lo que buscas es la excelencia debes de practicarla en cada rol que juegas, si estas casado debes ser un excelente esposo, si tiene hijos debes ser un excelente padre, si tienes la suerte de que vivan tus padres, debes ser un excelente hijo, si hay personas que se acerquen a ti con la finalidad de que los apoyes debes ser un gran mentor, si hay amigos que requieren de tu apoyo debes ser un gran amigo y así en cada cosa que lleves a cabo debes de buscar que la excelencia sea lo que te distinga, cuando solo te enfocas en el trabajo, pero fuera de el no eres una persona de fiar, será muy poco probable que logres diferenciarte del resto. Hay claros ejemplos en el mundo de los deportes de atletas fuera de serie que golpean a sus esposas o hijos, o bien utilizan substancias prohibidas o llegan a tener el infortunio de verse envueltos en un accidente y se descubre que habían tomado por arriba del límite para manejar y ese detalle termina con su carrera, por ello la búsqueda de la excelencia debe darse en todos los niveles.

Buscar ser mejor que los demás no depende exclusivamente de las habilidades que tenemos, todos podemos desarrollar competencias, a algunas personas les costará más que a otros ciertos aspectos del trabajo pero no debemos de bajar el nivel, al revés, eso que te cuesta trabajo es en donde más te debes esforzar, no dejes de leer, prepararte, acercarte a personas que hacen muy bien aquello que se te dificulta y así, paso a paso, dejar tu firma en cada cosa que haces, la excelencia.

 Ser del montón es fácil, sobresalir, llamar la atención y hacer las cosas mejor que el resto conlleva un esfuerzo que bien vale la pena llevarlo a cabo.