Solidaridad.- Los buenos somos más.

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24 Sep 2017

Cuando una sociedad tiene claro su objetivo puede fácilmente dedicarse a un mismo fin, trabajando de manera coordinada.

La Ciudad de México es el lugar donde he decidido vivir y lo digo de esa manera porque he tenido la oportunidad de vivir en varios lugares, Ciudad Juárez, Tijuana, Monterrey, León, Houston, pero al final del día decido regresar aquí, al lugar donde nací.  He tenido la fortuna y lo digo con convicción de vivir los 2 sismos del 19 de Septiembre, el de 1985 y el de 2017, ya que dentro del miedo que causa un fenómeno natural de esta naturaleza el ver la respuesta de las personas que cohabitan contigo esta Ciudad te demuestra que a pesar de que somos muchos y muy diferentes somos capaces de ver los unos por los otros en los momentos más difíciles, que aquel que está a tu lado es capaz de dejar lo que sea por salvarte en una desgracia, te demuestra que somos un pueblo bueno y solidario.

Tras un fenómeno de la naturaleza y magnitud del que acabamos de vivir es claro que no vamos a regresar pronto a la normalidad,  hay muchas personas fallecidas, muchos más sin casa ni pertenencias y muchos tocados  por el miedo a lo que puede pasar, no somos los mismos de hace una semana, los que vivimos el 85 el tiempo nos había dado un caparazón que nos hizo ir olvidando lo ocurrido, de hecho un par de generaciones nacidas entre 1986 y 2016 no sabían lo que era vivir una desgracia natural de enormes magnitudes ahora tenemos que ver los unos por los otros hasta que volvamos a recobrar poco a poco la normalidad.

Contamos con una generación de jóvenes dispuestos a dar su trabajo y esfuerzo por el bien común.

Muchas cosas se habían escrito con respecto a las generaciones más jóvenes de esta Ciudad lo conocidos como millenials:  si no tenían compromiso, que no les importaba un trabajo serio, que solo les importaba lo suyo y no lo de los demás, etc. Lo que esta desgracia nos ha venido a enseñar es que tenemos una generación enorme de jóvenes que están dispuestos a brindar su esfuerzo en beneficio de los que están necesitados, que no hay necesidad de empujarlos para que ayuden, al revés hay que orientarlos para dirigir los esfuerzos de la mejor manera posible porque se desbordan si se trata de ver cómo pueden su Ciudad, su País y sus habitantes salir adelante ante la tragedia. Tenemos una gran generación que  nos ha dado una lección de civilidad, amor y solidaridad.

Es increíble ver la historia que hemos venido escribiendo como País estos últimos días,  sobran las manos para ayudar, sobran bienes para donar, faltan lugares de la cantidad de personas que quieren poner su grano de arena. Por otro lado y hay que reconocerlo en cada lugar donde la desgracia ha tocado vemos personal del ejército, la marina, la policía apoyando para iniciar la reconstrucción, si intentas darles agua o comida te dicen que no, que se los des a quienes lo perdieron todo,  nos ha tocado ver la mejor cara de nuestro País y no hemos estado exentos de historias de personas que quieren robar en estas circunstancias o bien de políticos que quieren lucrar con la tragedia pero yo me enfoco en todo lo bueno que ha venido sucediendo.

Ya nos demostramos que como sociedad somos capaces de organizarnos y apoyarnos mutuamente para salir adelante. Hay historias conmovedoras de pequeños comerciantes que han dado lo que tienen a sus semejantes para  aliviar los problemas inmediatos, tlapalerías que regalaron su inventario, el vendedor de tamales que regaló lo que traía para vender a los voluntarios y personas desalojadas de sus inmuebles, personas muy pobres que donan lo poco que tienen para los que nada tienen. Habrá que ver que en la medida de lo posible se logré dar techo a los que perdieron su casa, consuelo a los que perdieron a un ser querido y que esta unión que hemos vivido en estos días permanezca viva.

Necesitamos funcionarios públicos comprometidos que busquen el bien común, exijamos como sociedad que los recursos económicos de nuestro País vayan a donde más se necesiten y que haya ciudadanos que supervisen que  así sea, necesitamos erradicar  la maldad, ya vimos que nuestra esencia es ayudarnos,  no permitamos más asaltos, corrupción, venta de drogas, etc. Unámonos para que aquel que decida incumplir la ley sea castigado, que prevalezca el  estado de derecho. No permitamos que la muerte y destrucción que dejó el sismo no tenga huella, la destrucción debe ser el cimiento donde edifiquemos un nuevo México.

Permitamos que la generación de jóvenes mexicanos sigan trabajando por el bien común y en edificar un mejor País.

#Fuerza México