No es momento de trabajar es momento de transformar.

En ocasiones necesitamos de momentos muy complicados para entender lo afortunados que somos, a aquellas personas que les daba flojera tener que ir a trabajar, que consideraban que su trabajo era rutinario y sin retos, deberán de replantearse lo que significa tener un trabajo hoy en día, estar agradecidos de conservarlo y dar lo mejor de si para mantenerse en el mismo. Hacer las cosas con gusto, es la mejor manera de empezar a transformar nuestra realidad, la de nuestros compañeros de trabajo, la de nuestra empresa y nuestros clientes. Hay que adueñarse de la responsabilidad de ser un líder transformador y compartir esta visión con sus compañeros de trabajo.

No es el momento de chambear, de sacar el día darlo por terminado y al día siguiente volver a la rutina. Es el momento de transformar, de revisar a detalle lo que se hace y buscar hacerlo mejor día con día. Es el momento de impulsar a nuestros compañeros de trabajo a ser veloces en la transformación de la organización y a caminar juntos hacia una recuperación que va a llegar. Es el momento de ver que requieren nuestros clientes, de estar honestamente preocupados por su porvenir y ver como podemos apoyarlos. Es el momento por ver la industria en la que participamos, de revisar las áreas de oportunidad y trabajar en ellas, es el momento de enfocarse y dar lo mejor de uno mismo.

Las circunstancias adversas ya están con nosotros, no lo podemos cambiar. Pero si podemos tener conciencia del momento que nos ha tocado vivir, no buscar pretextos y trabajar para salir rápido y fortalecidos de este momento. Es momento de ser líderes y transformar el miedo a la incertidumbre de algunos de nuestros compañeros en acciones concretas que nos permitan salir adelante rápido y fortalecidos.

Hoy se requieren líderes transformadores, atrévete a jugar el rol y conviértete en quién marque la diferencia.

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