Habla

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19 Abr 2021

El permitirte comunicar a los demás lo que piensas es un ejercicio de libertad que debes procurar.

La gran diferencia entre los humanos y los animales radica en la capacidad de poder comunicarse. Tenemos la fortuna de que podemos hablar para decir al mundo lo que pensamos, lo que nos molesta, aquello que nos  parece correcto y lo que nos incomoda. Es un principio universal que toda voz merece ser escuchada, aunque muchas personas puedan no estar de acuerdo con lo que se dice, pero para muchas personas ejercer este derecho les cuesta mucho trabajo.

Hablar parece un ejercicio simple, pero para hacerlo correctamente debemos de escoger a detalle las palabras que vamos a utilizar. En las pláticas triviales estamos en automático, no pensamos mucho lo que vamos a decir, reaccionamos y en ocasiones la lengua nos mete en graves problemas. Pero cuando uno quiere hablar temas serios, problemas graves, situaciones difíciles muchos no logran comunicarlo y se quedan con eso que les hace daño sin hacérselo notar a quienes los rodean.

Tienes una voz, con un punto de vista único y esa voz merece ser escuchada.

Cuando hay algo que te molesta mucho, algo que te causo daño, con lo que no estás de acuerdo e incluso que te lastima; Por doloroso que sea, lo mejor que puedes hacer es hablarlo. Cuando lo comentas empieza la liberación porque has logrado decir con honestidad lo que piensas. No es fácil hablar cuando vamos a comentar algo que puede no gustarle a las personas o donde les haces ver que un comportamiento de ellos te molesta y no estás dispuesto a tolerarlo, pero en la medida que lo comunicas liberas la tensión que genera en ti y tu interlocutor sabe claramente lo que no quieres.

Cuando las cosas no se hablan, se van volviendo los problemas más profundos, las brechas entre las personas se vuelven más grandes y las relaciones se van desgastando. Nunca será fácil decir las cosas y muchas veces a quien se las queremos decir no tiene ganas de escuchar, porque sabe que viene un momento incómodo, pero en la medida en que nos decidamos a hablar, también debemos estar listos para recibir retroalimentación, para escuchar un punto de vista diferente, argumentos que van a golpear lo que creemos o percibimos desde nuestra realidad y si exigimos respeto para ser escuchados ese mismo respeto lo debemos tener para escuchar a los demás.

En tu vida personal, en tus relaciones familiares, en tu trabajo, con tus amigos, en fin en cada relación que tengas lo mejor que puedes hacer es hablar las cosas y dejar tus puntos claros. Conforme aprendes a hablar, te das cuenta que es menos difícil de lo que pensabas, si eres honesto en los argumentos te das cuenta que expresar lo que piensas es bueno y con ello abres el paso para mejorar la relación con los demás.

Tienes el derecho a decir lo que piensas y en reciprocidad la obligación de respetar la opinión de los demás