Pregunta y escucha

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05 Jul 2021

Una manera fácil de recibir retroalimentación por parte de tus clientes es pedirla, pero pregunta de manera que te digan lo que no funciona.

Todas las empresas buscan cada día ser más rentables. Para lograrlo hay muchas estrategias, pero las que van a perdurar en el tiempo son aquellas empresas que logren ir transformándose en el tiempo y esos cambios se adecuen a lo que exige el mercado de forma que puedan mantenerse vigentes durante muchos años.

La transformación de las empresas puede basarse en la retroalimentación que le brinde el mercado, en principio sus clientes, saber ¿Porqué te eligen como proveedor?, ¿Qué  les gustaría que hicieras de manera diferente? ¿Cuáles son las cosas que no les gustan? Mientras más duras sean las preguntas que hagas, mejor va a ser la retroalimentación y podrás enfocarte en aquellas cosas que no te permiten ser el proveedor ideal.

Una fuente muy valiosa de información la puedes recibir de aquellos prospectos que decidieron no elegirte como proveedor, ahí puedes encontrar las respuestas que te permitan competir en el futuro por esa cuenta.

Pero las personas que son tus clientes por alguna razón decidieron iniciar una relación de negocios con tu empresa y están convencidos de cierta manera que la decisión que tomaron es la adecuada. Pero de aquellos prospectos que no has logrado que se vuelvan tus clientes puedes aprender también que no hiciste correctamente para que decidieran por otra empresa. Muchos no se atreven a preguntar pero en la medida que lo hagas podrás encontrar esas fallas que hacen que no seas el proveedor hoy pero que lo puedas ser mañana.

En la medida en que realmente quieras crecer en tu negociono temas preguntar, pregunta de tal manera que te contesten no lo que haces bien, sino todo aquello que te duele, aquello que puedes mejorar, aquello en lo que no eres tan eficiente como tu competencia. Haz preguntas que tengas la certeza que las respuestas te pueden incomodar pero a la vez hacerte crecer.

Pero hay un compromiso que no podrás eludir tras la pregunta y es que resuelvas aquello que ya te develaron como un problema de tu organización en las respuestas que te brindaron. Si no vas a cambiar, si no te vas a retar, si no quieres ser mejor no preguntes porque tus clientes, así como aquellos que no te compraron te están retroalimentando, esperando que te sirva para cambiar, ese es el verdadero precio de preguntar.

Cualquier falla que te comente un cliente o mejora que te sugiera en la medida en que lo corrijas e implementes te permitirá seguir creciendo en el mercado.