Rétate, siempre se puede dar más.

La mejor manera de crecer es exigirte cada vez más, cuando logres una meta ve en busca de la siguiente.

Los seres humanos tendemos a imponernos limitaciones que hacen que no logremos desarrollar el potencial que tenemos. Por ejemplo vean a un bebé cuando está aprendiendo a caminar, al principio se para con dificultad y apoyado de algo, hasta que va ganando fuerza en las piernas y finalmente logra sostenerse de pie y de ahí empieza a dar pasos hasta que está caminando. Este es un proceso natural, donde normalmente los papás lo van impulsando y logra su cometido.

Pero más tarde en la vida, los niños siguen intentando superar sus propios límites, esto nos habla de la naturaleza humana. Pero muchas veces las ideas de miedo y limitación las plantean los propios padres al decirles que no hagan algo porque es peligroso, en lugar de cuidarlos y alentarlos a lograr cada vez retos más difíciles. Esto se va quedando en la cabeza de los niños y el miedo o la autocomplacencia van haciendo que nos impongamos limitaciones y no intentemos lo que sin lugar a dudas podríamos lograr.

Lo peor que le puede pasar a un ser humano es conformarse, al hacerlo pierde la oportunidad de continuar su evolución.

Cuando somos adultos podemos incluso llegar a un momento en el que nos conformamos con lo que tenemos. Logramos tener un salario que lo consideramos suficiente, estamos cómodos con el trabajo que desarrollamos o estamos infelices en el mismo pero preferimos seguir ahí que buscar un cambio que signifique un reto. No queremos aprender más, preferimos ver  maratones de series en la televisión. Nuestra vida parece cómoda pero no hay algo que nos rete, no estamos exigiéndonos por hacer algo nuevo o diferente, no buscamos desarrollarnos y probarnos a nosotros mismos.

En nuestra naturaleza esta la capacidad de cada vez hacer más. Podemos aprender cosas nuevas durante toda nuestra existencia, no hay un límite de edad para mantenernos conociendo algo que no sepamos. En la parte de los retos físicos la edad juega un papel importante ya que conforme pasan los años no se tiene la misma rapidez, energía y flexibilidad que se tenía cuando era uno joven. Pero lo que si se tiene es la capacidad de desarrollar la resistencia. Busca correr o andar en bicicleta o caminar, pero intentando acrecentar la distancia, de manera que no estés cómodo y te mantengas mejorando.

Puedes ir adicionando actividades a tu día a día, si decides meditar, hacer ejercicio, trabajar, desarrollar un pasatiempo. Todos tenemos 24 horas al día, pero cómo lo aprovechemos dependerá de la manera en que invirtamos ese tiempo. Levántate más temprano, ve haciéndote de nuevo hábitos que te ayuden a crecer. Lee 5 minutos diarios y ve subiendo el tiempo que le dedicas. Haz algo de ejercicio y ve subiendo el tiempo y la intensidad. Así en poco tiempo estarás durmiendo menos y viviendo más.

La mejor forma de enseñar es con el ejemplo, muéstrale a tu familia la capacidad que tienes de mantenerte en acción, a tus compañeros y colaboradores la energía para hacer tu trabajo y el entusiasmo para sacar los proyectos adelante, demuéstrate a ti mismo la capacidad que tienes de mejorar tu resistencia física, de darte más tiempo para desarrollar actividades que te hagan un ser humano más completo e integral. Desafíate y busca una mejor versión de ti mismo en cada día que pase.

Nuestra evolución como seres humanos no debe detenerse hasta el último suspiro. Mantente activo, exígete más, rétate a hacer cosas nuevas y vive a plenitud.