El secreto del éxito, dar. |
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31
Mar
2014
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Para poder recibir hay que saber dar.
México es un país de mucha desigualdad, muy pocos tienen mucho y muchos tienen muy poco, tu puedes creer que esto no es importante para ti, sin embargo la ola de violencia que vivimos actualmente esta abonada por la falta de oportunidades, personas que no tuvieron posibilidades por diferentes razones de pronto son seducidos por el dinero fácil y una vida de ensueño, aunque dure poco, pero es la oportunidad de salir de la pobreza que no tienen manera de lograr por otros medios desafortunadamente.
Mi padre siempre me decía que en el mundo la mitad de las personas tienen algo y la otra mitad no tienen nada o tienen muy poco, que si cada uno de los que algo tienen apoyaran a uno de los que poco o nada tiene el mundo sería distinto. Todos podemos dar, a veces el hecho de que no tengamos la independencia económica que quisiéramos es un pretexto para no dar, pero la realidad es que mientras más das, más recibes.
El dar cuando lo haces de manera cotidiana se vuelve un hábito y recuerda que dicen más tus hechos que tus palabras.
Para irte haciendo del hábito de dar puedes empezar por dar cosas que no te cuestan, por ejemplo dar un buen consejo a un amigo que lo necesita, dar tu tiempo para apoyar alguna causa como acudir a un orfanato y jugar con los niños, acudir a un asilo de ancianos y platicar con ellos o acudir a un hospital y apoyar a un enfermo que no tiene un familiar que lo cuide. Puedes también escuchar a quien necesita ser escuchado, apoyar a un compañero de trabajo con algo que se le dificulta, en fin ponte creativo y hay muchas manera de dar de forma desinteresada. Este es el primer paso y si logras inculcarle esto a tus hijos harás que vean el dar como parte natural de sus vidas.
El siguiente paso es dar económicamente de acuerdo a tus posibilidades, lo ideal es que el esfuerzo que vayas a llevar a cabo sea por medio de instituciones que lleven años de servicio y estén auditadas para que tengas la seguridad de que el dinero esta llegando a donde debe llegar. En mi caso en particular estoy convencido que la educación es la llave de la prosperidad, el que una persona pueda terminar sus estudios universitarios le abre la puerta a un trabajo medianamente o bien remunerado, pero tu puedes pensar en aquello que consideres provechoso, hay todo tipo de instituciones, por ejemplo aquellas que apoyan a personas con discapacidad, las que apoyan a madres solteras, otras que apoyan a comunidades para volverse microempresarios, etc. Piensa en aquello que te haga sentido y apoya ahí de manera incondicional.
El siguiente paso es no limitarte a dar y dejar que otros actúen sino volverte un actor, apoyar con tu tiempo, tus conocimientos, tu energía y tu entusiasmo a las instituciones que en principio apoyaste económicamente. Estas instituciones tienen que llevar a cabo una labor titánica para allegarse recursos y administrarlos de manera que la fundación siga viva y adelante, el dedicarte a apoyarlos siempre será bien recibido y apreciado.
Finalmente si te preguntas ¿Quién acaba ganando cuando das?, la respuesta es tu mismo, la satisfacción que uno siente cuando ve que aquellas causas con las que uno esta comprometido florecen es muy grande y lo más importante es que no hay nada para ti en medio de eso, pero todo lo que haces te permite crecer como ser humano y dar un ejemplo de integridad a tu familia, lo que ayuda a formar a tus hijos. Por donde lo veas dar es buen negocio.
“Hay que dar hasta que duela” Madre Teresa de Calcuta.