Si en algo debes de creer, es en ti mismo.

La confianza de las personas se gana con el tiempo, pero si no confías en ti mismo será muy difícil que alguien confíe en ti.

Muchas personas hablan del miedo al fracaso, parece natural que la incertidumbre de iniciar algo nuevo nos pueda provocar cierto malestar y que no demos los pasos más firmes en torno a nuestra meta. Desafortunadamente muchas personas no están dispuestas a lidiar con no haber logrado el objetivo, el qué dirán, el cómo se lo comentarán a su familia. El ¿Qué pensará la sociedad?, es más poderoso que las ganas de hacer algo nuevo, lo peor del caso es que ese miedo se presenta incluso antes de empezar a intentar algo, en el momento mismo de la idea.

Pero lo que parece increíble es que más personas le temen al éxito que al fracaso, si me va bien, si logro mi objetivo, si las cosas salen como las tengo planeadas o aun mejor, eso puede llegar a ser una pesadilla, ya que el éxito conlleva responsabilidad y eso no es atractivo para muchas personas. El éxito hará que tengas una mayor plantilla de empleados, un número de clientes importantes, pocos momentos de descanso en lo que crece el negocio y mucho trabajo, la idea en ocasiones no parece en lo absoluto atractiva.

 La confianza en que las cosas que emprendas, en lo personal, familiar, trabajo y apoyo a la sociedad saldrán bien, marcan el ritmo de tu posible éxito.

Si nos ponemos a analizar a detalle, el chip de que no somos capaces de hacer ciertas cosas viene desde que somos niños, por temor a que nos lastimemos, nuestros padres, con mucho amor, nos dicen que no debemos hacer esto o aquello, que es peligroso, que no lo vamos a lograr y esa precaución se va quedando guardada en nuestro subconsciente lo que hace que conforme vamos creciendo, decidamos no intentar ciertas cosas ya que corremos algún tipo de riesgo o simplemente estamos claros de que somos incapaces de poder hacerlo. Hemos sido educados para no arriesgar, pero las grandes recompensas vienen con las grandes ideas, los grandes negocios salen de intentar lo que los demás no hacen, la creatividad es el mayor activo que tenemos y pocos lo usan.

Aprende a creer en ti mismo, conforme te vayas convenciendo de que eres capaz de lograr lo que te propongas vas a cambiar tu manera de actuar y crecerá tu confianza. Una manera de hacerlo es empezar a retarte con metas pequeñas que vayas alcanzando, poco a poco puedes ir incrementando la complejidad del reto, conforme vayas logrando tus metas, vas ganando confianza, si no logras conseguir alguna de ellas, permítete fallar y vuelve a intentarlo y de nuevo y otra vez, las grandes metas no se consiguen con facilidad requieren lo mejor de ti, de tu esfuerzo de tu inteligencia y de tu compromiso, conforme te vayas programando para triunfar te darás cuenta de que eres capaz de hacer cosas que no te imaginabas. Pongamos un ejemplo si deseas escribir un libro, inicia por escribir un pequeño artículo, después escribe otro, trata de ir hilando los artículos, una vez que estas ahí imagina que esta serie de artículos son un capítulo del libro que deseas escribir. Ahora piensa en tu índice y en los diferentes capítulos que quisieras agregar, continua escribiendo un capítulo a la vez, al paso del tiempo habrás logrado tener tu libro, pero la meta inicial eran un par de cuartillas, eso no es difícil (tal vez lo fue para ti al principio) pero conforme te hacías el hábito te parecía poco, al paso de las semanas vas más rápido, con confianza y sintiéndote totalmente capaz de lograr lo que te has propuesto.

En la vida jugamos muchos roles, puedes ser magnífico en cada uno de ellos, puedes ser un gran vendedor en tu trabajo, puedes ser un emprendedor que haga que su negocio prospere, a la vez puedes tener el peso ideal, ejercitarte a diario, tener una excelente relación con tu pareja y con tus hijos, con tus padres, hermanos. Puedes compartir tu éxito con los menos afortunados e incluso inspirar desde tu éxito a otros a que logren desarrollarse como tu lo has hecho.

 En resumen, para que te vaya bien, sólo requieres una cosa, creer en ti, en lo que eres capaz de hacer y no escuchar tu entorno cuando te digan que no puedes.