Hábitos

3 Vistas
24 Abr 2022

Aquellas pequeñas acciones que repites de manera cotidiana van forjando tu futuro, para bien o para mal.

Cuando uno hace algo de manera excepcional difícilmente va a modificar nuestra existencia, si solemos leer un libro cada 2 años no vamos a volvernos lectores ávidos ni estaremos aprendiendo de las cosas que leemos, porque no tenemos el hábito de la lectura, simplemente se nos ocurrió leer un libro. Así como este ejemplo si de vez en cuando tomas una copa no te vas a convertir en alcohólico, pero si bebes fuerte diariamente conforme se vaya convirtiendo en un hábito es probable que tengas un problema de consumo de alcohol en el mediano plazo.

Los hábitos pueden ayudar a ir modificando nuestra vida, este cambio es paulatino y no se nota de inmediato, debe haber una constancia en el hábito y un espacio de tiempo para que se empiecen a notar los cambios que se van dando. La constancia es el secreto para que uno pueda ver el resultado del cambio de conducta que hemos realizado.

Si uno adopta nuevos hábitos que sean buenos para nosotros, estaremos en el camino de ver un resultado positivo en el mediano plazo.

El problema con muchos de los buenos hábitos es que la falta de resultados inmediatos pueden llegar a cansarnos y a dejar de lado esta buena conducta que hemos estado desarrollando y por no mantener el hábito por un determinado tiempo se pierda el  camino avanzado y por ende no se vean los avances positivos que tarde o temprano se notarían.

Pero debemos de ser cuidadosos también con los  malos hábitos, si uno empieza a ser desordenado en la forma en que comemos y no cuidamos nuestra nutrición, no vamos a engordar de inmediato, pero conforme sea habitual comer mal vamos a ir ganando peso y  si no paramos seguiremos hasta tener un problema de obesidad. Los hábitos nos transforman y por ello debemos ser conscientes de las cosas que hacemos de manera habitual y modificar aquello que nos parece incorrecto o que no suma para dirigirnos a la meta que nos hemos propuesto.

El cambio de hábitos es complicado en un principio, por ejemplo si decidimos que vamos a hacer ejercicio de manera diaria, los primeros días nos va a costar levantarnos para ejercitarnos y al  poner a nuestro cuerpo a realizar ejercicios que no suele hacer vamos a estar adoloridos, por lo que claudicar es lo menos doloroso. Pero si logramos persistir con el paso del tiempo hacer ejercicio va a ser una parte de nuestra rutina diaria e incluso cuando no lo hagamos nos vamos a sentir mal.

Con paciencia, disciplina y fuerza de voluntad puedes adquirir nuevos buenos hábitos que forjen una mejor versión de ti.