Si quieres transformarte depende de ti.

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17 Jul 2016

La suma de los pequeños hábitos que tenemos, con el paso del tiempo, nos van transformando para bien o para mal.

A lo largo de mi vida he tenido la oportunidad de leer muchos libros y acudir a algunos cursos cuya finalidad es lograr sacar la mejor versión de uno mismo. Debo reconocer que cada vez que estoy ante esta perspectiva de mejorar me emociono, quién en su sano juicio no quiere ser mejor que el día anterior, encontrar nuevas herramientas que te ayuden a ir un paso adelante. Pero  debo también de aceptar que cuando acudía a los primeros cursos siempre tenía la idea de que me encontraría con esa persona, coach, facilitador, swami o el personaje que dirigiera el curso, que se encargaría de cambiar mi vida, es decir, mi foco estaba en  que había una fuerza exterior tan  poderosa que lograría transformarme, el paso del tiempo me enseñó que no es así, no hay varitas mágicas, ni seres superiores que puedan modificarte sin tu consentimiento.

transformación

De mi largo caminar en  esta búsqueda que decidí emprender, he aprendido que siempre hay un común denominador sin importar el autor  que este leyendo o el curso que esté tomando. El poder de transformarme depende de una sola cosa, hacerme 100% responsable de mis actos. Entender que todo lo bueno o malo que me sucede depende de mí. Muchas personas tienden a encontrar culpables en todo lo que les pasa a su alrededor, en lo macro: Es que la economía está muy mal (pero aun así hay muchas personas triunfando y empresas generando riqueza), no hay dinero (pero  no hay espacio en los lugares para vacacionar y los centros comerciales están llenos), vivimos en un país con mucha corrupción (pero hay muchísimas personas honorables); o en lo micro: Es que mi familia es un desastre (pero tu tomaste libremente la elección de con quien casarte), no he tenido suficientes oportunidades (pero personas que vienen de  peores condiciones que las tuyas han logrado triunfar), no tengo suerte (pero para muchos de los que te rodean no es la suerte, es su esfuerzo diario lo que los hace salir adelante). Cuando logramos entender este poderoso mensaje y lo hacemos nuestro hemos dado un gran paso, no importa lo externo,  tu eres responsable y eso significa que tu éxito o fracaso depende de ti.

Muchas personas andan buscando que alguien les resuelva su vida, cuando  lo único que deben de hacer es hacerse cargo de su propia existencia.

La segunda gran lección que he aprendido con el paso de los años es que no hay transformaciones que se logren de un  día para otro. Por supuesto que la decisión de hacer un cambio se toma un día y ahí empieza un proceso que llevará tiempo en arraigarse  hasta que se empiecen a ver los frutos de la decisión que se tomó. Por ejemplo si  tienes algunos kilos de más se debe a que  has venido tomando malas decisiones en tus hábitos de alimentación, descanso y ejercicio (no permitas en este momento que tu mente te diga que la realidad es que es hereditario porque en tu familia todos son gordos o que seguramente es un problema de tiroides o cualquier otro pretexto), es claro que los kilos se han venido acumulando en el tiempo, no subiste 10 kilos de un día para otro, de la misma manera no los vas a bajar de inmediato, te va a llevar un tiempo cambiar tus hábitos,  comer más sano, empezar una rutina de ejercicio, darte el tiempo para descansar  lo suficiente.  Semana a semana vas a ver un pequeño avance, con el paso de los meses te vas a ver diferente y si  permites que tus buenos hábitos perduren no volverás a tener exceso de peso nunca más.

Hoy es un buen momento para analizar cómo está tu vida.  En lo personal:  Revisa si realmente te amas, si estas contento con tu cuerpo, si te sientes con la energía suficiente, si eres feliz. En tus relaciones: Estas satisfecho con tu pareja, te gusta la relación que tienes con tus hijos, padres, hermanos. Eres buen amigo, mantienes buenas relaciones de amistad. En lo laboral: Te gusta el trabajo que realizas, has logrado  las metas profesionales que te propusiste, te sigues preparando, tienes una clara idea de tus metas a corto mediano y largo plazo.  Todo aquello que no te guste como está, hoy es el momento de tomar las decisiones de lo que quieres  ser, no importa tu edad, los errores que hayas cometido o tu posición laboral.

Cuando sabemos que somos responsables de lo bueno y malo que nos pasa, empezamos a enfocarnos en tomar las mejores decisiones y  ya sabemos que cada acción que tomemos va a tener una consecuencia, positiva o negativa, pero generada por nosotros mismos, por ello debe uno  tener un equilibrio para que  todos los aspectos de nuestra vida estén  bien (claro que se puede y claro que hay tiempo para ello). Hay que ser pacientes, entender que las cosas no van a cambiar de un día para otro, vas a encontrar resistencias, por ejemplo si has tenido una mala relación con tu pareja por años y empiezas a cambiar, tu pareja no entenderá en principio que bicho te picó  y no va a cambiar de inmediato, pero si realmente te esfuerzas por mejorar esa relación lo vas a lograr. Todo  lo bueno y perdurable lleva un tiempo para que se logre, no te dejes llevar por la impaciencia, dale tiempo a cada aspecto que quieres mejorar, trabaja en ti y vas a ver los resultados.

Sé responsable de lo que pasa con tu vida, cambia lo que no te gusta y ten la paciencia de permitir que tus nuevos hábitos se vuelvan realidades.