Mientras más das, más tienes.

Muchas personas tienen sentimientos de limitación, aprendieron de pequeños que para que ellos tengan, alguien debe dejar de tener. La vida no funciona así, hay suficiente para todos, no te limites mentalmente.

No cabe duda de que  nuestros padres siempre quieren lo mejor para nosotros y muchos consejos que nos dan tienen la finalidad de prepararnos para la vida y que no suframos, sin embargo en ese intentar apoyarnos sucede que en ocasiones nos van dando consejos que en lugar de impulsarnos a ser mejores nos van generando miedos, sentimientos de limitación y también nos generan falta de confianza entre muchas otras cosas.

Por ejemplo cuando vives en una casa en donde no eres hijo único  tienes que arreglártelas para compartir o quitar  a los otros lo que se te antoja, es típico en México que en muchas casas hay pan dulce para la merienda, una manera sencilla de apartar el pan que queremos sin que nos lo quiten los hermanos es sacarlo de la bolsa y lamerlo y decir a los demás (que deben estar enterados de que ese pan esta lamido) apartado. Con esta acción los hermanos buscarán otro pan para comer. Pero este acto nos limita, nos demuestra que para que yo me quede con el pan tengo que ver como me las arreglo para que no me lo quiten, cuando nos podrían enseñar a compartir de manera que se reparta ese y los demás panes entre lo que lo quieran.

Cuando compartes lo que tienes, estás mostrando una actitud de abundancia, hay suficiente para ti y para los demás, al dar literalmente estas generando más para ti.

No es fácil aprender a compartir y aun menos a dar de manera desinteresada, los niños pequeños cuando toman algo asumen que es suyo y si alguien intenta quitárselos van a llorar y a hacer un berrinche porque les están quitando algo que ya tienen. Esa idea de que merecemos todo lo que esta a nuestro alrededor no es mala, la realidad es que nos merecemos todo lo bueno de la vida, pero para obtenerlo hay que trabajar en ello.

Un ejercicio interesante es buscar ver el lado bueno de las cosas, la envidia no es buena, cuando a alguien le va a bien o le pasan cosas buenas o esta logrando mucho éxito debemos sinceramente de alegrarnos por esa persona. Su éxito, su dinero y su buena estrella no nos quita nada a nosotros, pero al aceptar el éxito en los demás, pasamos a ver el éxito como algo bueno y estaremos creando nuestra senda para el éxito propio. Por otro lado, muchas veces solo nos estamos fijando en lo negativo de las cosas o las personas, es una actitud natural que podemos llegar a tener, cuando notes esto busca 3 cosas buenas de la persona, cosa o situación. Cuando lo haces de manera cotidiana vas a encontrar que siempre hay más cosas buenas que malas y por otro lado empezaras a fijarte en lo bueno y no en lo malo, tu enfoque cambiara.

Si quieres mantenerte siempre abundante, aprende a dar. El momento de dar no es cuando tienes muchísimo, el momento de dar es cuando no tienes o tienes poco. Jim Rohn decía que debemos dar el 10% de lo que ganamos, que por ello deberíamos de empezar a ejercitar el dar cuando eran pocas las cantidades, que siempre sería más fácil dar 1 de 10 que dar 100 mil de 1 millón. Al dar te estas diciendo a ti mismo que hay suficiente para ti y para los demás, al dar demuestras que recibir no es malo, ya que lo haces de corazón y así podrás empezar a recibir todo lo bueno que vayas provocando. Dar es más importante para ti que para el que recibe.

En el mundo hay suficiente para todos, confía plenamente en que mereces la abundancia, apoya a quienes lo requieran y cambia tu foco para dejar de ver lo negativo enfocándote en lo bueno.