Confianza

Ten cuidado a quien le brindas tu confianza, el darte cuenta que te equivocaste normalmente viene atado a un alto costo.

Los niños suelen ser pequeños humanos inocentes que tienden a confiar en todas las personas, ese es un rasgo muy hermoso en los seres humanos pero la realidad es que hay personas que son capaces de hacer daño a cualquiera, esto  hace que los padres en general vayan educando a sus hijos a cuidarse de la información  que comparten con otras personas y en quienes pueden y deben confiar.

Hay círculos íntimos donde la confianza debiera de considerarse natural, en la familia se puede y debe hablar de todo, es el lugar seguro al que podemos acudir para decirle a las personas que mejor nos conocen y que nos aman, los retos que estamos enfrentando, las cosas que nos están doliendo y cualquier cosa que requiere de un espacio de secrecía para ser compartido y poder escuchar consejos o simplemente enterar a la familia de lo que está sucediendo.

Cuando la confianza se quebranta el error no es de quien la brindó,  sino de aquel que decidió actuar de manera errónea.

Pero la confianza que es más difícil de ganar y que duele más cuando es quebrantada es la que uno le da a alguien que no pertenece en principio al círculo íntimo,  que vamos conociendo y confiando paulatinamente en esa persona, que se establecen compromisos que ambas partes han decidido establecer y que con el paso del tiempo uno se da cuenta que aquel en quien se confió decidió romper el vínculo, ver por su interés personal y  aprovecharse de la situación en su beneficio.

Por supuesto que cuando esto llega a pasar uno es mucho más desconfiado, más cuidadoso de volver a confiar en otras personas y se siente uno culpable por haber permitido que esto pasara. El error ¿de que lado cae?, el error siempre será de aquel que decidió ir contra los principios y decidió aprovecharse de la confianza que se le brindó. Pareciera en principio que el ganador de la partida es aquel que sacó provecho, pero los principios son más importantes que los triunfos efímeros, aprovecharse de la confianza que se brindó para perjudicar al que confió es deleznable hacerlo es de una bajeza inaudita pero suele suceder y por ello hay que ser cuidadosos y si has llegado a pasar por esto darle su real dimensión, tomar medidas para que no vuelva a pasar y seguir adelante.

Hay personas que pueden quedar muy afectadas por haber sido víctimas de alguien en quien confiaron, desafortunadamente la vida es así y hay muchas personas para quienes este actuar es normal y válido. Si analizas a detalle rasgos de personalidad de la persona que se aprovechó vas a encontrar que había detalles que debieron alertarte del tipo de persona que era, eso es lo que debes cuidar en las siguientes personas que vayan cruzándose por tu camino. Pero no permitas que tu vida se limite por haber confiado en la persona equivocada, sé cuidadoso y sigue confiando, al final los buenos somos más.

Ganar una partida quebrantando la confianza que te dio otra persona es un acto vergonzoso.