El precio de mejorar

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23 Jun 2019

La manera más fácil de actuar es hacer lo mismo día tras día, pero el público consumidor espera que tu empresa evolucione, conforme pasa el tiempo debes mejorar o tu competencia te va a acabar.

El cambio es una constante en el transcurso del tiempo, podemos ver muchas historias en diferentes partes del mundo, pero nada queda estático todo va cambiando, evolucionando, mucha veces mejorando con el tiempo, pero las cosas, las relaciones, los productos y las empresas no se mantienen en el mismo lugar y haciendo las cosas de manera constante por mucho tiempo. De hecho conforme avanza la ciencia y la tecnología el cambio es vertiginoso. En la época de  nuestros abuelos las cosas podían mantenerse estáticas por un largo periodo de tiempo hoy en día no es así.

Lo ideal es tratar de mejorar y de esa manera buscar mejorar nuestra posición competitiva o bien si somos los líderes podemos ampliar la brecha que nos separa de nuestros competidores. Parece una locura, pero si analizamos a algunos de los grandes deportistas de estos tiempos, tras llegar a la cima y ver que  su estilo de juego no les ayudará a mantenerse en la cima por mucho tiempo más, buscan cambiar de manera que puedan mejorar su juego, van y buscan un nuevo entrenador, empiezan a entrenar de diferente manera, hacen pequeñas adecuaciones a su juego. Normalmente cuando se dan estos cambios los jugadores dejan de ser todo lo bueno que eran en lo que logran dominar su nuevo estilo de juego, pero cuando llegan a la plenitud en su nuevo estilo van a ser competidores mucho más fuertes que lo que solían ser previo a su cambio.

La mejora continua debe ser una expectativa que hay que buscar en donde nos desarrollemos, mantenerte estático y no evolucionar hará que tu competencia te alcance y supere en poco tiempo.

En las empresas los cambios también son dolorosos. Cuando se decide hacer cambios sustantivos en una organización, cuando hay cambio de filosofía, de métodos para hacer las cosas, cuando se busca imponer un ritmo de trabajo diferente, cuando queremos alzar nuestra empresa al nivel de las expectativas de nuestros clientes, generalmente hay problemas. Desde lo más elemental cuando hay un cambio de sistema de administración en una organización el cambio no es tan fácil como se espera que pudiera ser, algunas personas no están dispuestas a adecuarse al nuevo sistema y se va a empeorar en el servicio en lo que se llevan a cabo los ajustes que permitan que el nuevo sistema funcione como debe ser. Es decir empeoramos para poder mejorar, ese paso es trascendental y debe ser comunicado claramente a los clientes y empleados, debe haber un compromiso y debe entenderse que es un paso necesario para lograr la mejora que se espera en la organización.

Pero incluso las empresas más innovadoras que lograron imponer sus productos y diseños al mundo si no evolucionan al ritmo que el consumidor exige se van a ver rezagadas, esta el ejemplo de Nokia que fue el líder mundial de venta de teléfonos celulares pero que tras la llegada de los teléfonos inteligentes no ha logrado estar a la altura de la competencia. Siguiendo con el ejemplo Apple que fue el gran innovador en la era de los teléfonos inteligentes y que logró establecer un precio muy alto por sus productos, hoy en día pierde participación de mercado ante otros competidores que han evolucionado a tener productos de similar diseño y prestaciones pero a un precio menor.

Cuando se quiere mejorar va a doler, sobre todo si las cosas nos han venido saliendo bien. Cuando las cosas van mal es lógico que algo se debe de hacer para revertir la tendencia negativa en la que nos encontramos. Pero cuando las cosas van bien y buscamos dar un nuevo paso para mantener el camino de éxito es el momento en que podemos encontrar resistencia, el punto en el que muchos miembros de la empresa quisieran no moverse porque los resultados son alentadores, pero hay que hacerles ver que  ir hacia adelante en un proceso de mejora constante es la única receta para un éxito duradero.

La receta del éxito es mejorar, escuchar a nuestros consumidores, analizar a nuestra competencia, buscar la mejor solución y cuando lo logremos, repetir la dosis y mantenernos en constante evolución.