Nada es anónimo hoy en día.

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08 Ago 2014

Hace años las personas podían actuar al margen de las normas morales o incluso de la ley pasando desapercibidas, hoy en día la tecnología y las redes sociales pueden jugarles una mala pasada.

Hay un dicho que reza en los buenos momentos conoces caretas y en los malos tiempos conoces los verdaderos rostros de las personas. Hoy en día cualquier persona puede tomar una foto o grabar un video en su teléfono celular y subirlo a las redes sociales Facebook, Instagram, Twitter, por mencionar las más comunes o incluso compartirlo con televisoras y empresas periodísticas y que su contenido se vuelva viral y miles o millones de personas vean lo que grabó. Desafortunadamente son muchas más las cosas malas que se graban y se comparten que las cosas buenas, por lo que uno debe ser muy cuidadoso ya que en un segundo se puede destruir la reputación de una persona, empresa o institución.

anonimo

Con base en lo anterior uno debe actuar en lo personal y profesionalmente con los más altos estándares éticos, lo mismo que debemos procurar que suceda en la empresa en la que trabajamos, teniendo en cuenta que nada es anónimo y aunque lo fuera esa es la manera natural como debemos manejarnos en cualquier situación, digamos que la tecnología actual solo nos vienen a recalcar algo que debe ser una norma diaria.

 Hoy los aciertos y los errores se pueden conocer en segundos por muchas personas, por ello debemos ser muy cuidadosos de lo que hacemos y cómo lo hacemos.

Las quejas por un mal servicio que antes llegaban a la empresa para ser “supuestamente” atendidas y eran comentadas de boca en boca con amigos, compañeros de trabajo, familia, vecinos y algunos más ahora puede ser publicada en la red y dependiendo del poder de convocatoria del quejoso o sus amigos una queja puede llegar a miles o millones de personas, así que es conveniente que toda empresa de regular tamaño tenga un equipo que verifique las redes sociales y que puedan contactar al quejoso para poder resolver la queja, ofrecer una disculpa o en el mejor de los casos hacerlo cambiar su opinión negativa de la empresa.

Por supuesto que hay críticas injustas de clientes. Los ejemplos más comunes en productos son mala calidad cuando el propio cliente puede haber dañado lo comprado y por esa razón no se le repone o bien en el caso de los servicios que no cumplieron con alguna obligación contractual por la cual se les negó o limito el servicio y aprovechan el evento para quejarse, muchas personas siempre tienden a dar la razón al débil al pobre consumidor frente a la gran empresa nacional o multinacional, por lo que con una sola visión de lo que pasó linchan a la empresa aludida. En estos casos dependiendo del daño en imagen que se esté generando se deben de tomar las acciones de seguimiento necesarias.

Finalmente lo más importante que tenemos las personas y las empresas como personas morales es nuestro buen nombre, basado en años o décadas de trabajo, por lo que debemos procurar hacer las cosas correctas, correctamente; reconocer y corregir los errores que se llegan a cometer, estar cerca de nuestros clientes y conocer sus molestias y tratar de corregirlas antes de que se vuelvan una queja, en fin luchar por preservar ese buen nombre que se construye durante un largo tiempo pero que puede ser destruido en unos cuantos clicks.

 Entrégate con entusiasmo a lo que haces, revisa tus procesos y mejóralos continuamente, reconoce tus errores y forja tu buen nombre.