Transfórmate, explota tu potencial.

Si en este momento no estas conforme con lo pasa en tu vida, tienes la posibilidad de cambiar y transformar tu futuro.

Nuestra educación formal dura muchos años, prácticamente los primeros 25 años de nuestra existencia están dedicados a que estudiemos, al principio vamos aprendiendo las cosas más elementales y los fundamentos que nos ayudarán a aprender temas más complejos en un futuro. Posteriormente en secundaria y preparatoria nos van a dar una probada de las diferentes ciencias, de manera que podamos darnos cuenta de los temas que más nos gustan y así poder elegir una carrera profesional que estudiar. Finalmente  estudiamos la universidad  y  tras un largo periodo estamos listos para enfrentar el ámbito laboral, buscar un buen trabajo en una buena empresa y tratar de hacer carrera en la misma.

Tras tantos años de estudio llegamos a nuestro nuevo trabajo y nos dedicamos a  buscar ir escalando puestos en la organización, pero  normalmente lo que sucede es que tomamos algunos cursos de inducción en la empresa ( en el caso de que los tenga) y la experiencia que vamos  obteniendo en lo que hacemos nos va convirtiendo poco a poco en expertos en nuestra área pero dejamos de lado la preparación.

Tienes la capacidad de dominar varios temas, crecer aprendiendo aquello que  requieres para crecer en tu organización, no te limites.

La vida nos va poniendo en una dinámica en la que  nuestros días se van pareciendo  mucho el uno al otro, vamos teniendo hábitos muy arraigados y en muchas ocasiones estos malos hábitos no son  los que no nos ayudarán a crecer personal y profesionalmente. Es posible que tratemos de levantarnos lo más tarde que podamos de manera que lleguemos rayando a tiempo a la oficina, que  vayamos sacando nuestro trabajo diario sin inmiscuirnos más a fondo dentro de la empresa, que salgamos de la oficina y vayamos directo a casa a  cenar y ver la televisión, jugar videojuegos, darnos un clavado en nuestras redes sociales o aventándonos un maratón de series en Netflix, nos dormiremos tarde y  el día siguiente será similar al anterior. Vamos llenando nuestra vida de cosas que no nos transforman, que nos van ayudando a llenar las horas de nuestra existencia pero vaciando nuestro potencial.

En cualquier momento puedes decidir que basta de  desperdiciar  tu vida con eventos similares día tras día y decidir transformarte para bien. La transformación no solo es en lo laboral, por supuesto que puedes decidir aprender nuevas cosas, muchas empresas cuentan con una vasta variedad de cursos para que sus empleados los tomen sin costo, a su propio tiempo y ritmo. Pero también puedes decidir que es momento de crecer en lo personal, aprendiendo otro idioma, estudiando un diplomado, una maestría o un doctorado (dependiendo de tu grado de estudios), de iniciar una rutina de ejercicio, de empezar con un hobbie que te llame la atención, etc.

Tras llegar a la madurez y la edad adulta, se supone que estamos listos para seguir desarrollándonos, pero de alguna manera atentamos contra nosotros mismos y  boicoteamos nuestro potencial quedándonos en la medianía, cuando estamos hechos para lograr la excelencia. La decisión de iniciar un nuevo hábito que nos transforme positivamente depende exclusivamente de nuestra voluntad, lo más increíble es que mientras más horas ocupamos para desarrollarnos más nos rinde el tiempo, nos volvemos más productivos, nuestro superiores notan el cambio y  estamos de nuevo en el radar de la alta dirección para crecer dentro de la empresa.

Es triste ver como muchas personas desperdician sus horas sin llenarlas con hábitos positivos que los hagan mejores, no caigas en ese juego.