Pausa

Cuando tengas algo importante que terminar y no te llegue la inspiración, haz una pausa.

La velocidad a la que  andamos hoy en día es vertiginosa, no nos damos cuenta pero si pudiéramos comparar la cantidad de información que recibimos y tareas que resolvemos hoy en comparación con lo que se hacía hace algunos años nos daríamos cuenta de lo rápido que vamos todo el tiempo.

Estamos acostumbrados a ir de reunión en reunión, entre ellas  ir contestando correos y no nos damos mucho tiempo para el análisis y trabajo a fondo de ciertas cosas que merecen nuestra atención. Así vamos día tras día, corriendo para no atrasarnos porque al día siguiente hay cosas nuevas esperando nuestra atención y así sucesivamente.

Cuanto más te urge terminar una tarea que requiere tu atención, más importante es darte el tiempo para verlo y hacer una pausa del resto de tus tareas.

Si en medio de esa lista interminable de tareas por realizar que se tienen a diario pensáramos siquiera un segundo en hacer una pausa parecería una locura, pero en ocasiones esa pausa es la que nos ayudará a ordenar las ideas, priorizar tareas y darnos tiempo para pensar sobre lo que tenemos entre manos. Las pausas son necesarias, pero poco frecuentes

Incluso cuando estás haciendo ciertas tareas que se necesitan realizar  de manera diaria como podrían ser llamadas a clientes potenciales, si los resultados que se están obteniendo no son positivos lo ideal es hacer una pausa, hacer otra cosa y retomar cuando se tenga de nuevo claridad mental.

Las pausas son necesarias, un atleta para seguir rindiendo al máximo requiere de un tiempo de descanso para continuar. Pero en el trabajo diario la desdeñamos, no le damos la importancia que tiene y en ocasiones terminamos rindiendo a medias por no hacer pausas.

Una pausa es el respiro que se requiere para retomar la acción al 100%