80 años

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01 Abr 2024

Hay personas que van por la vida restando días y esperando que esta se acabe. Hay personas que a cada día le sacan el máximo provecho que sin importar la edad siguen teniendo planes y que quieren sumar hasta que tengan el último aliento.

No suelo escribir de temas personales en este espacio, no lo cree con la finalidad de contar la historia de mi familia o mis amigos, pero en esta ocasión me voy a permitir una excepción. He escrito sobre personas que han sido muy significativas en mi vida, pero lo he hecho cuando ya no están en este plano. En esta ocasión tengo la suerte de que mi mamá acaba de cumplir 80 años y  tanto me ha inspirado que quiero compartir con ustedes  esta reflexión sobre lo que veo en ella.

Mi mamá es una mujer que ama la vida, alguien con esas ganas de vivir pudiéramos pensar que ha tenido una vida fácil, pero la verdad la vida de mi mamá fue bastante complicada. Ella ha dividido su vida en 3, antes de casarse no era una mujer feliz, en su casa hubo muchos detalles que la hicieron madurar muy rápido, empezar a trabajar desde muy joven a los 15 años y ser muy responsable desde esa edad. Su segunda faceta en la que fue muy feliz es cuando estuvo casada con mi papá, como toda relación tuvo sus altas y sus bajas , sus retos y la necesidad de salir adelante en duras pruebas que les puso la vida, pero  era una pareja que se complementaba, formaron un gran equipo  hasta que mi papá partió cuando mi mamá tenía 49 años. Su tercera etapa ha sido a partir de que enviudó, casó a sus hijos, vio nacer y crecer a sus nietos y ha seguido trabajando incansablemente cada día hasta hoy.

Si quieres estar sano o sanar en la enfermedad, búscate un motivo lo suficiente poderoso que te invite a vivir con intensidad cada día, eso te mantendrá activo, sano y produciendo.

Mi mamá como la mayoría de los padres nos formó a mi hermana y a mí de la manera que ella consideró la más adecuada, siempre con el ingrediente del amor.  Algunos de sus métodos eran violentos desde mi punto de vista, pero como bien dice ella, si veo los hijos que formé puedo considerar que lo hice bien. Mi mamá tiene un sexto sentido, ella le llama malicia, para analizar las cosas que suceden y anticipar lo malo que pudiera pasar. Quiere ser positiva pero le cuesta, siempre está atenta a su entorno y ve el peor escenario, pero así le funciona bien.

Mi mamá es una mujer que le gusta dedicar tiempo a formar a las personas que trabajan con ella. Tiene una manera peculiar de trabajar, es muy fijada en los detalles, le gusta tener un doble control sobre las cosas para que el margen de error disminuya o desaparezca. Durante su larga carrera ha formado a muchas personas en su oficina, quienes han salido y buscado trabajo en otros lados siempre lo encuentran y si bien pudieron tener una desavenencia en algún momento, la buscan para agradecerle la formación que les dio. Hace poco le preguntaron porque sigue trabajando y ella dijo así para seguir dando trabajo a mis colaboradores que son parte de mi familia, así lo siente y  así lo vive.

Mi mamá siempre ha buscado contribuir para mejorar su entorno. Ha apoyado a niños en situación de calle a personas con síndrome de down entre muchas otras labores sociales que ha realizado. No solo ve por los demás busca, ver también por su familia, apoyar a quienes no les va tan bien y que puedan tener una vida digna. Ella sembró en mi hermana y en mi la semilla de apoyar a los demás y ambos hemos seguido su ejemplo y el de mi papá que también apoyaba a manos llenas.

Mi mamá acaba de llegar a los 80 años, la veo radiante para su edad, sin ninguna enfermedad grave afortunadamente, trabajando diario y dando su 100%, buscando resolver los problemas que se presentan. ¿Qué deseo para ella? Que sea inmensamente feliz, su felicidad es muy sencilla, ver bien a sus hijos, ver bien a sus nietos, trabajar cada día, poder practicar la religión católica, apoyar a sus semejantes y  divertirse con sus amigas. Que vengan muchos años más de felicidad estando plena como la veo hoy, como la he visto los 54 años que  he tenido la suerte de tenerla a mi lado.

La vida es para vivirla y para gozarla. No la desperdicies, vívela que no sabes en que momento ya no la tendrás más.