Tiempos inéditos

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16 Mar 2020

Los tiempos turbulentos hacen que lo que solía ser no vuelva a ser más, con estas pruebas uno sale fortalecido, pero el proceso de adaptación al cambio suele ser rudo.

Hoy vivimos en el mundo algo que no nos había tocado ver. Un virus esta poniendo en jaque a todas las naciones del planeta, hoy más que nunca nos damos cuenta de como el mundo esta interconectado, que las personas, los productos y por ende las enfermedades se esparcen a nivel mundial en un abrir y cerrar de ojos. Quisiéramos que nuestro País, nuestro entorno, nuestra familia y nosotros fuéramos inmunes a este problema, pero debemos extremar precauciones para evitar ser alcanzados, pero todos estamos expuestos.

Un primer principio de este problema de salud mundial es que es democrático, no importa si las naciones son ricas o pobres están expuestas de la misma manera, por supuesto mientras más avanzada es una economía mejores posibilidades de dar atención médica a sus ciudadanos tiene, pero si uno es rico o pobre, muy instruido o analfabeta, etc es poco relevante, el virus puede atacar a cualquiera.

El egoísmo afecta al resto del entorno, en esta dura prueba que estamos pasando la solidaridad, la visión del bien común y la disciplina rendirán frutos, pero debemos estar dispuestos a hacer sacrificios.

Como residente de la Ciudad de México me han tocado pasar 2 muy duras pruebas con los terremotos de 1985 y del 2017. En ambos casos lo que sucedió fue espantoso, pero ver como nos unimos para  apoyar, como entre todos quitamos escombros, hicimos despensas, distribuimos alimentos y ropa, apoyamos a los que se quedaron sin nada fue al final mucho más enriquecedor que la aterradora experiencia.

Esta prueba va a ser mucho más difícil porque no podemos estar juntos, si debemos trabajar como sociedad, si debemos pensar en los demás, si debemos salir del egoísmo y entender que el bien común es primordial para que haya menos  personas vulnerables y debemos ser una gran familia para apoyarnos. Las medidas de distanciamiento las van aplicando en cada país conforme avanzan los casos reportados del virus, pero debemos pensar en nosotros en función de los demás que no me falte pero que tampoco me sobre para que haya para todos. Los héroes de esta nueva historia son anónimos, pero el efecto multiplicador cuando buscamos el bien común como sociedad es increíble.

A cada uno de nosotros nos toca jugar un rol en esta crisis, si eres empresario busca garantizar el pago a tus trabajadores, paga a tus proveedores que también deben pagar sus nóminas, sé flexible con tus socios de negocio y busca el bien común. Si eres empleado, da lo mejor de ti, lucha porque tu empresa salga con la menor afectación posible, entrégate para dar servicio a distancia. Los que tengan la capacidad apoyen a aquellos que dependen de dar servicio para ganar un ingreso pueden ser los más afectados, busquemos la manera de ser solidarios con ellos.

El mundo no se va a acabar, pero cuando todo esto termina si vamos a estar ante un mundo diferente, las lecciones que demos a nuestros hijos y que recibamos de ellos van a ser con base en el ejemplo y no con las palabras. La afectación va a durar mucho más de lo que duremos como sociedad para erradicar el virus o volvernos inmunes al mismo,  por ende habrá que redoblar esfuerzos para salir adelante, son tiempos inéditos, pero son tiempos donde hay una lección para aprender y donde podemos sacar lo mejor o lo peor como sociedad.

Lo que hoy vivimos va a afectarnos por un tiempo, busquemos la manera de aportar nuestro grano de arena desde nuestra trinchera.